BRUSELAS.- Google dijo hoy que rechazó cumplir una orden del órgano supervisor de la privacidad en Francia, que le pidió suprimir los resultados de búsqueda en todo el mundo cuando sus usuarios invoquen su "derecho al olvido" en Internet, exponiéndose a posibles multas.
La Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) ordenó en junio a la compañía que retire, cuando así se le pida, los resultados de búsquedas con el nombre de una persona en todos sus sitios web, incluido Google.com, y no sólo en los de un país en particular.
Este pedido se hizo tras un dictamen de la Corte Europea de Justicia en mayo pasado, que indicó que los residentes europeos pueden pedir a los buscadores de Internet como Google o Bing, de Microsoft, que borren los resultados que aparecen al buscar su nombre cuando están desfasados, son irrelevantes o difamatorios, el denominado "derecho al olvido".
Google cumplió con el dictamen y desde entonces ha recibido más de un cuarto de millón de solicitudes de retiro, según su informe de transparencia. La firma aceptó cerca del 41 por ciento de los pedidos.
No obstante, limitó los retiros a sus sitios webs europeos, como Google.de en Alemania o Google.fr en Francia, argumentando que cerca del 95 por ciento de las búsquedas hechas desde Europa se hacen a través de sus versiones locales.
En su blog, la compañía estadounidense dijo hoy que no cree que ningún país deba tener autoridad para controlar a qué contenidos puede acceder alguien en un segundo país.
"Hemos trabajado duro para implementar de forma amplia y considerada el dictamen del derecho a ser olvidado en Europa, y seguiremos haciéndolo", escribió Peter Fleischer, consejero de privacidad global de Google.
"No obstante, por un asunto de principios, discrepamos respetuosamente con la asunción por parte del CNIL de una autoridad global en esta materia y le pedimos que retire su comunicación formal", agregó.
El CNIL asegura que la firma puede recibir multas -pequeñas comparadas con la facturación de Google- si no cumple la orden.
Google advirtió que aplicar el derecho a ser olvidado de forma global generaría una "carrera" en la que "Internet sería solo tan libre como el lugar menos libre del mundo", aludiendo a que cualquier país podría obligarlos a aplicar de forma global una legislación local.