LONDRES.- La música puede ayudar a mitigar el dolor y el miedo de los pacientes tras una operación quirúrgica: a esa conclusión llegaron un grupo de científicos británicos tras evaluar 72 estudios sobre el tema, en un artículo que publican en la revista especializada "The Lancet".
La música limita además la necesidad de analgésicos y hace que los pacientes se sientan más satisfechos, aunque no reduce la duración de la estancia en el hospital, apuntan los investigadores de las universidades Queen Mary de Londres y Brunel de Uxbridge, dirigidos por Catherine Meads.
"La música supone una intervención segura, no invasiva y económica que debería estar disponible para todos los pacientes de una cirugía", señala Meads.
Los investigadores evaluaron estudios en los que habían participado entre 20 y 458 pacientes, sumando un total de 7.000 personas.
Los científicos investigaron la repercusión de la música antes, durante y después de una operación. Los pacientes la escuchaban a veces con cascos y a veces en altavoces.
Los análisis apuntan que la elección de la pieza musical y el momento en que suena apenas supone diferencia y que las melodías tienen efecto incluso en pacientes inconscientes. Por norma general, se utilizaron canciones tranquilas.
Los primeros ensayos sobre el tema se documentaron ya en 1914, escriben los británicos. En 2013 los autores de un artículo en la revista "American Journal of Critical Care" llegaron a la conclusión de que era recomendable preguntar siempre primero a los pacientes si querían escuchar música. Y también señalaron la utilidad de que se llevaran su música favorita al hospital.
"Los pacientes deben poder elegir el tipo de música que quieren escuchar para maximizar el beneficio a su bienestar", señala Meads, al tiempo que advierte que "hay que tener cuidado para que la música no interfiera en la comunicación del equipo médico".
La conclusión: aunque la música no puede sustituir a los medicamentos, sí es un buen complemento.