WASHINGTON.- El proceso de crecimiento de los fetos humanos varía según la raza y el grupo étnico, según un nuevo estudio publicado hoy en EE.UU., lo que supone que, con los estándares actuales, se podría estar clasificando erróneamente hasta un 15% de los fetos pertenecientes a minorías en ese país.
El estudio, llevado a cabo por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por su sigla en inglés) y otras instituciones, encontró que los fetos no siguen el mismo patrón de crecimiento en todas las razas, por lo que se podría estar clasificando como "demasiado pequeños" fetos que en realidad están dentro de la normalidad.
Habitualmente, los doctores usan ultrasonidos para obtener datos sobre el crecimiento del feto, que después evalúan con base en unos estándares de crecimiento establecidos durante los años ochenta a partir de mediciones de los fetos de 139 mujeres embarazadas, en su mayoría de raza blanca y de clase media.
"A los médicos les gusta ser proactivos, si sospechan que hay un problema con el crecimiento del feto, es probable que quieran hacer pruebas e investigar", explicó la doctora Germaine Buck Louis, autora principal del estudio.
"Pero unos estándares inadecuados podrían estar llevando a las mujeres a recibir pruebas innecesarias, sin mencionar el estrés que conlleva pensar en que algo anda mal, cuando en realidad sus embarazos están dentro de lo normal", apuntó.
Buck Louis y sus colegas realizaron pruebas a 1.737 mujeres embarazadas, el 26% de ellas blancas, el 26% negras, el 28% hispanas y el 20% asiáticas.
Los investigadores encontraron diferencias significativas entre los fetos en los diferentes grupos después de la semana 20 de embarazo.
Por ejemplo, hacia la semana 39, los fetos de las madres blancas eran los más grandes, con 4.402 gramos, seguidos por los fetos de las madres hispanas (4.226 gramos), mientras que los fetos de las madres negras eran los más pequeños, con 4.053 gramos.
Con base en estos resultados, los autores del estudio determinaron que, siguiendo los estándares que utilizan los médicos actualmente (los mismos de los años ochenta), alrededor del 15% de los fetos pertenecientes a minorías podrían estar clasificándose como "demasiado pequeños" cuando en realidad forman parte de la normalidad en sus respectivas razas o grupos étnicos.
Clasificar un feto como "demasiado pequeño" conlleva pruebas adicionales, ya que es señal de que existe un problema de salud subyacente, a menudo como resultado de que el feto no ha recibido suficientes nutrientes u oxígeno en el útero.
Los hallazgos, por tanto, significan que muchas mujeres embarazadas y sanas podrían estar siendo sometidas a pruebas y procedimientos en EE.UU. que no necesitan.