SANTIAGO.- El anuncio de Soki, el vehículo eléctrico desarrollado por la compañía chilena Voze, ha dado la vuelta al mundo. Distintos medios y agencias de noticias han cubierto el lanzamiento del auto, que nació de una idea simple de su creador, Daniel Pavez: un deseo de crear un auto para llevar a sus hijos al colegio.
"Nace de una motivación personal", dice Pavez, hoy CEO de Voze. "Pero después se vuelve un desafío más técnico, en el sentido de poder desarrollar tecnología en Chile pero con una mirada un poco más global. La idea es que estos dispositivos de movilidad sean usados bajo cualquier condición y que representen lo mejor que tiene cada sistema de transporte. Por ejemplo, la comodidad y seguridad del auto, con la agilidad de la moto y la eficiencia de la bicicleta", agrega.
Tras tres años de desarrollo, la compañía presentó el año pasado su primer vehículo, Lüfke, que fue sucedido ocho meses después por Soki, término selknam que significa "dos": era su segundo auto y, además, puede llevar a dos personas.
El desafío de armar un automóvil en Chile no es menor. Primero, explica Pavez, hay que enfrentar que en el país no hay industria, por lo que todos los desarrollos deben ser hechos desde cero. Segundo, y más importante, "es hacer que la gente que estudió afuera, que tiene las capacidades porque estuvo en industrias de primer nivel, se entusiasme con la idea de desarrollar un vehículo en Chile", afirma.
La solución es crear desafíos que capten su interés, y que al mismo tiempo, ayudan a crear las bases para una naciente industria local. "Les he puesto desafíos para vencer en la medida que se van logrando, puliendo y mejorando. Y esas iteraciones son las que nos dejan la mayor ganancia porque finalmente son el conocimiento que desarrollamos y que se queda acá en el país".
"La mayor parte de los emprendimientos que se hacen en Chile y tienen que ver con manufactura saltan del prototipo directamente a la fabricación en China, y el conocimiento real de desarrollo se esfuma. En cambio, el valor para nosotros está en poder desarrollar la tecnología, aprender cómo funciona y después aprender a escalarla. De esa forma vamos a poder crear industria", agrega.
Esto revela un cambio de mentalidad que Voze busca impulsar, y que busca sacar a Chile del emprendimiento de servicios. "La mayor parte de los fondos de inversión en Chile está buscando el próximo Google. Están todos esperando un 'emprendimiento unicornio' que venga y forrarse con eso. Pero la real fortaleza de Chile está en lo que los gringos llaman 'little ponies', que no valen cientos de millones de dólares, sino que uno o dos. Pero al haber varios de estos ya tienes un ecosistema. Es mucho más sensato", comenta Pavez.
Los primeros 10
Ahora que terminó la "electrogira" por el país, ideada para dar a conocer el auto y la capacidad de desarrollar tecnología local, Voze iniciará la venta del Soki. De las cerca de 200 personas interesadas en el auto, sólo 10 podrán participar de esta primera ola de venta, con una entrega presupuestada para fines de marzo o comienzos de abril de 2016.
Cada Soki se venderá por $8.250.000, de los cuales cerca de $4.500.000 deberán ser pagados con la reserva, para adquirir las baterías, el componente más caro del auto.
El vehículo, hecho de acero tubular y un exterior de fibra de vidrio, será fabricado en Santiago, en el Centro para la Innovación y Desarrollo de la Industria, impulsado por Voze y que también alberga a otros emprendimientos.
Desde el punto de vista técnico, Soki ofrecerá una autonomía de carga de 60 kilómetros, con una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora. Todo esto en un vehículo que pesa 160 kilos, cuya batería se carga en tres horas (conectada a un enchufe común y que es capaz de transportar a dos personas. "Lo más interesante es que no cuesta el doble que Lüfke, sino que es más caro en un 15 a 20%", indica Pavez.
El proceso de venta será presentado como una "experiencia" para el cliente. "Vamos a juntarlos, les vamos a mostrar el Soki, lo vamos a probar en una pista de pruebas y vamos a mostrarles las bondades que tiene manejar un vehículo de estos", comenta Pavez.
Los interesados también deberán adquirir licencias de moto, ya que frente a la legislación local, Soki no es un auto. "Como es una moto, implica todo lo que tiene una moto: patente de moto, licencia de moto, seguro de moto y probablemente uso de casco", explica el director de Voze, agregando que esto último se debe a que normalmente no se hacen certificaciones de seguridad en Chile, que permitirían probar que la estructura del auto haría innecesario el uso de un casco, aunque esto podría solucionarse una vez que el Soki sea certificado en Europa. Esto sería parte de una expansión planificada a ese continente durante 2016.