MOSCÚ.- Seis jóvenes rusas están participando de una simulación de un viaje a la Luna, para estudiar los mecanismos de adaptación del organismo femenino al aislamiento en un espacio reducido.
Las mujeres, de edades comprendidas entre los 25 y 34 años, se encuentran completamente aisladas en una "nave" de dos módulos, instalada en el Instituto de Problemas Médico-Biológicos (IPMB) de la Academia de Ciencias de Rusia. En este centro científico de Moscú, deberán cumplir un programa de tareas durante los ocho días que durará el experimento "Luna-2015".
"Hemos optado por una tripulación completamente femenina para comprender los cambios fisiológicos que se producen en el organismo de la mujer y estudiar las particularidades de la interacción psicológica en un colectivo de mujeres", declaró el director del experimento, Serguéi Ponomariov.
Según el científico, el Luna-2015 permitirá entender la calidad de la interacción de las mujeres y su capacidad para cumplir tareas. "A día de hoy consideramos que el desempeño de las mujeres es mejor que el de los hombres", subrayó Ponomariov.
La "nave" la componen dos módulos: el primero, de 150 metros cúbicos, incluye el puesto de mando, seis camarotes individuales, cocina y baño, y el segundo, de 250 metros cúbicos, un gimnasio y una compuerta para la evacuación de desechos.
"A diferencia de los chicos, no tenemos ducha. Nos la quitaron", dijo este miércoles, antes de entrar en la "nave" la comandante de la tripulación, la bióloga Elena Luchínskaya, aludiendo al experimento "Marte-500", realizado entre junio de 2010 y noviembre de 2011, en que una tripulación internacional de seis miembros -tres rusos, un francés, un italiano y un chino- permaneció aislada un total de 520 días, el tiempo estimado de un viaje de ida y regreso al planeta rojo.
"Luna-2015" servirá no sólo para estudiar la convivencia en un colectivo de mujeres, sino también para probar una serie de equipos que más adelante serán enviados a la Estación Espacial Internacional (EEI).
El IPBM considera que el experimento permitirá llenar las lagunas que existen en las investigaciones sobre cómo influye el aislamiento en las mujeres. Según Ponomariov, algunas de las participantes en el Luna-2015 podrían más tarde incorporarse al equipo de cosmonautas del país.
"Hace poco regresó de la EEI Elena Serova. En el destacamento de cosmonautas tenemos a otra chica: Anna Kíkina. Confío en que en el próximo proceso de selección tendremos más mujeres", declaró el director de Centro de Cosmonautas, Yuri Lonchakov.