En la foto, el auto eléctrico Tesla Model S.
EFE
WASHINGTON.- Científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) probaron con éxito un modelo de batería de litio que acerca esa tecnología a una vida útil más larga y podría facilitar que los autos eléctricos tengan tanta autonomía como los de gasolina.
El experimento, cuyas conclusiones fueron publicadas en la revista Science, prueba a pequeña escala la viabilidad de batería de una combinación de litio-oxígeno, lo que abre la puerta teórica a la producción de baterías de litio que hasta tienen limitaciones en capacidades de carga.
En la actualidad, la capacidad de las baterías de litio está limitada por la formación de peróxido de litio durante la descarga, que bloquea la eficiencia de la batería irremediablemente al bloquear los microporos del ánodo receptor, normalmente de carbono.
El diseño de esta nueva batería incluye un electrodo negativo de metal litio, un electrolito no acuoso y un electrodo positivo, que mediante la adición de hidróxido de litio en lugar de peróxido y electrodos de grafeno con poros más grandes que evitan las barreras que presentan las baterías actuales.
Los investigadores confían en que los hallazgos de su estudio permitan acelerar la producción en masa de baterías de litio-oxígeno más eficientes, con mayor carga tanto para coches eléctricos como para aparatos electrónicos.
La capacidad de las baterías de ion de litio convencionales ronda el 80% de la capacidad nominal, mientras que las probadas por los investigadores de la Universidad de Cambridge llegan a superar el 93%.
Además, las nuevas baterías del experimento pueden ser recargadas más de 2.000 veces y son más resistentes al agua, uno de los problemas de las baterías actuales.
Las baterías de litio-oxígeno tienen una mayor capacidad de carga relativa al espacio que ocupan y podrían finalmente hacer que un auto eléctrico tenga la autonomía de un tanque de gasolina, algo que revolucionaría una tecnología no contaminante que poco a poco se va popularizando.
No obstante, los científicos, liderados por la profesora de química de material de Cambridge Clare Grey, recuerdan que el experimento es provisional y existen muchos obstáculos hasta llegar a una fase de producción industrial.
Las baterías de litio-oxígeno desarrolladas hasta el momento son más inestables y poco eficientes en el largo plazo, algo que ha evitado su expansión como alternativa.