WASHINGTON.- La atención era alta. La última vez que la NASA había citado a una conferencia de prensa para dar a conocer un anuncio sobre Marte se comunicó el hallazgo de agua líquida en su superficie. Hoy, la NASA convocó nuevamente a la prensa al auditorio James Webb de sus oficinas centrales en Washington, para dar a conocer los últimos resultados de su sonda MAVEN, que muestran el rol clave del Sol en la desaparición de la atmósfera del planeta rojo.
Según indicó la agencia, la observación de MAVEN durante una serie de tormentas solares en lo que va del año permitió concluir que el viento solar interactúa con las moléculas de la atmósfera de Marte, calentando esos gases y sus partículas, y forzando su salida hacia el espacio. Análisis de ese material liberado encontró la presencia de hidrógeno, oxígeno y dióxido de carbono.
"El viento solar puede tomar iones, y sacarlos del planeta, o empujaros hacia la superficie", indicó Bruce Jakosky, investigador principal de MAVEN.
Los resultados de la observación fueron publicados en las revistas Science y Geophysical Research Letters.
El objetivo del trabajo era encontrar una explicación para las diferencias que tiene el Marte de hace cuatro mil millones de años, con grandes océanos y una atmósfera robusta, con el actual, que ofrece un panorama frío, seco y con una atmósfera muy debilitada.
La explicación radica en la acción del viento solar, según la NASA, que empezó a dañar a Marte luego de que su magnetósfera desapareciera. Esa capa, tal como lo hace en la Tierra, protegía al planeta de la radiación del Sol. La pregunta natural, entonces, es si algo similar podría ocurrir con nuestro planeta, a lo que Bruce Jakosky responde que aunque la atmósfera terrestre pierde partículas, el debilitamiento de Marte ocurrió en el periodo temprano del Sistema Solar, por lo que el Sol era mucho más activo. "No tenemos nada de que preocuparnos", aseguró en la conferencia, bautizada como "Lo que el viento solar se llevó".
Las mediciones indican que la atmósfera marciana pierde 100 gramos cada segundo. "Como el robo de un par de monedas de la caja de una tienda cada día, la pérdida se vuelve importante a través del tiempo", dijo Jakosky
al sitio de la agencia. "Hemos visto que la erosión atmosférica aumenta durante las tormentas solares, así que creemos que la tasa de pérdida era mucho mayor hace miles de millones de años, cuando el Sol era más joven y activo".
MAVEN (siglas de "Mars Atmosphere and Volatile Evolution") despegó desde la Tierra el 19 de noviembre de 2013, entrando en la órbita de Marte en septiembre de 2014 e iniciando su trabajo dos meses después. Según indicó Bruce Jakosky, la misión ha funcionado dentro de su presupuesto y sus plazos, y aunque le quedan sólo 10 días de trabajo oficial, entrará en un periodo de misión extendida debido a su buen estado.