Imagen captada este año en Laguna Aculeo.
Héctor Aravena, El Mercurio / Archivo
SANTIAGO.- La zona central de Chile enfrenta desde hace cinco años una "megasequía" sin precedentes por su duración y extensión territorial, afectando el crecimiento de la vegetación y el aumento de los incendios forestales, de acuerdo a un estudio lanzado hoy.
La disminución de las lluvias afecta una extensión de unos 1.000 km entre las regiones de Coquimbo hasta La Araucanía, donde se registra un 30% de déficit de lluvias desde hace cinco años.
El informe, titulado "La megasequía 2010-2015: una lección para el futuro", fue realizado por el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 de la Universidad de Chile.
"La persistencia temporal y la extensión espacial de la actual sequía son extraordinarias en el registro histórico. Este evento, que hemos denominado 'megasequía', tampoco tiene análogos en el último milenio", señala el reporte, que fue presentado a la presidenta Michelle Bachelet.
La "megasequía" ocurre, además, durante la década más cálida registrada en Chile central, aumentando la pérdida de agua por evaporación y agravando el déficit hídrico.
El fenómeno tiene "un impacto directo en el crecimiento de la vegetación, el aumento de incendios forestales, la disminución de los caudales de los ríos y los nutrientes que ellos transportan a la costa", afirma René Garreaud, uno de los autores del reporte.
Se prevé, además, que la falta de lluvias "seguirá contribuyendo durante el siglo XXI a una progresiva 'aridificación' de la zona centro y sur de Chile".
En gran parte de la zona estudiada el déficit promedio en los caudales en los ríos alcanzó un máximo de un 70%, mientras que la superficie forestal quemada en la zona centro-sur del país ha aumentado un 70% durante este período y la temporada de incendios se ha extendido a todo el año.
El reporte advierte que "la zona más poblada de Chile debe adaptarse desde hoy a un clima futuro más seco y cálido que el actual".
"Las proyecciones climáticas indican de manera consistente que, en un horizonte de algunas décadas, la condición media será similar a la que hemos experimentado en los últimos cinco años, acentuando y extendiendo hacia el sur el desbalance entre la oferta y demanda de agua dulce", concluye el reporte.