SANTIAGO.- Desde hace dos años, el Moto X de Motorola es uno de los teléfonos más prometedores del mercado. La idea de un teléfono con buenas prestaciones, buen rendimiento, una experiencia Android muy cercana a la versión "pura" de la plataforma –tal como la libera Google– es una atractiva, pero que en sus dos versiones anteriores se ha caído en dos puntos: batería y cámara.
Para su versión 2015, la compañía puso especial esfuerzo en estos últimos puntos, sumando la novedad de lanzar por primera vez tres modelos en la serie. Dos de ellos ya están en Chile, los Moto X Play y Style (todavía no ha sido anunciado si el tercer equipo, Force, llegará al país) y tuvimos la oportunidad de probarlos.
Si bien ambos reciben el nombre de "Moto X", hay diferencias importantes entre el Play y el Style, con este último llevándose el título de "tope de línea", gracias a su construcción metálica, uso de placas de acrílico o madera en la parte trasera, pantalla de 5,7 pulgadas y resolución quad HD y detalles técnicos (chip Snapgradon 808, 3 GB de RAM, 32 GB de almacenamiento). En comparación, Moto X Play ofrece un diseño plástico, un display Full HD de 5,5 pulgadas y detalles técnicos más sencillos, como un procesador Snapdragon 615, 2 GB de RAM y 16 GB de capacidad. En ambos casos, el almacenamiento es ampliable a través de microSD.
Aquí entra un detalle importante del Style y su lanzamiento en Chile. A diferencia de otros países, donde ha sido posicionado como un modelo sub-400 dólares, aquí es un teléfono Premium, con un diseño sólo disponible en bambú y con más capacidad (32 GB frente a los 16 GB base en otros mercados).
Con esto en mente, el Play (disponible por cerca de $300 mil pesos en prepago) es el modelo más conveniente, ya que no muestra problemas de rendimiento, su batería de 3.630 mAh entrega fácilmente un día de autonomía y su pantalla es una de las mejores del mercado, con buen brillo y reproducción de colores, incluso frente a la resolución quad HD del Style (que, dicho sea de paso, también logra una buena autonomía de batería). En ambos casos, la autonomía se ve ayudada por el sistema de carga rápida que incluyen los últimos chips Snapdragon.
La cámara fue uno de los puntos más destacados por Motorola durante el anuncio de los nuevos X, y pese a que los cambios son positivos, no los dejan liderando la industria. Los dos Moto X incluyen sensores de 21 megapixeles y sacan buenas fotos, particularmente en situaciones de buena luz, pero al bajar la iluminación ambiente, los resultados se ven más difusos y con más procesamiento. El cambio es importante, pero equipos de Samsung, Sony y Apple siguen liderando. Un punto negativo, y que se mantiene de las ediciones anteriores, es la aplicación de captura de Motorola, que sigue sin tener un botón para tomar las fotos, mezclando esa acción con la selección de un punto para enfoque.
Cabe mencionar que, tal como viene ocurriendo desde hace dos años, la experiencia Android en los Moto X es una de las mejores del mercado, sin presentar cambios radicales frente a la versión "stock" que libera Google en su serie de teléfonos Nexus. Aquí Motorola aplica sus mejoras usuales, como más control a través de comandos por voz, el sistema de notificaciones con la pantalla apagada (aunque aquí pierde algo de sentido al dejar de usar displays AMOLED) y los gestos que, por ejemplo, permiten abrir la cámara girando la muñeca dos veces.
Tal como ocurre desde hace un par de años, la serie Moto X vuelve a brillar por su funcionamiento y prestaciones. Puede que no sean los teléfonos con especificaciones más avanzadas, y otros teléfonos ofrecen construcciones con materiales más Premium y funciones como lectores de huella dactilar o cámaras más avanzadas. Pero los Moto X logran mantenerse en su sitial de una de las alternativas más confiables del mercado.