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Probamos el Apple Watch: Un buen reloj inteligente, pero que no revela por qué es necesario

El primer smartwatch de Apple tiene buen diseño y funcionamiento pero no aclara por qué no se debería usar el teléfono para las acciones que ofrece.

21 de Noviembre de 2015 | 07:55 | Emol
SANTIAGO.- A seis meses de su estreno en Estados Unidos y más de un año de su anuncio inicial, el Apple Watch llegó a Chile, acompañando la salida el iPhone 6s.

La importancia del reloj radica en un par de puntos clave. Primero, es el primer producto nuevo presentado por Apple desde la muerte de Steve Jobs y, por lo mismo, el primero bajo Tim Cook. Segundo, es la entrada de Apple al mercado de los "wearables", una categoría que ha crecido de manera explosiva durante últimos los dos años pero sobre la cual no hay mucha claridad en cuanto a potencial de uso.

En términos de diseño, el Watch sigue el lenguaje de Apple de sus últimos productos, con la versión Sport ofreciendo los mismos colores que los últimos iPhones, iPads y computadores Mac. Es un equipo rectangular con bordes curvos que, dependiendo del precio, puede estar hecho de aluminio, acero inoxidable u oro. También ofrece la posibilidad de usar pulseras de metal, plástico o cuero, que son fácilmente intercambiables, pero no particularmente económicas.

Su construcción es sólida y su pantalla es una de las mejores para este tipo de equipos, con un color negro muy profundo que hace que el display se mezcle con el resto del diseño y una resolución que facilita la lectura de textos.

A primera vista, el Watch puede parecer complejo de manejar. Hay varias formas de interactuar con él: su pantalla touch (que incluye medición de presión, aquí llamado Force Touch), la corona digital, el botón de comunicación y Siri. Lo que lo hace confuso al principio es que los botones no tienen la misma función en todos lados, y no hay indicación de cuándo se debe ser usar Force Touch y cuándo no. Toma tiempo entenderlo y quizás por eso Apple incluyó varios videos tutoriales en la aplicación del iPhone para su configuración.

Una vez andando, el Watch cumple con lo que se actualmente espera de un reloj inteligente: entrega todas las notificaciones del teléfono y ofrece acceso a algunas aplicaciones. En general, el rendimiento del reloj es muy bueno. Las notificaciones llegan de inmediato y ofrecen ciertas acciones rápidas; y la autonomía de batería es similar a la del resto del mercado (un día y medio, dos días si es apagado durante la noche). Pero al llegar a las aplicaciones, parten los problemas: en algunos casos la carga es muy lenta. Ejemplos de esto son las versiones del reloj de Twitter e Instagram.

La pregunta que surge es para qué se necesita revisar Twitter e Instagram en un reloj; por qué no hacerlo en el teléfono, con una pantalla más grande y cómoda. Y aquí es donde Apple se encuentra con el principal problema de los relojes inteligentes, que es que no hay claridad sobre qué queremos que hagan ni por qué son necesarios. Si el objetivo es que sólo muestren notificaciones y hagan ciertas tareas extra, como registro de actividad física, puede que Apple haya hecho el mejor smartwatch del mercado. Pero si estamos pagando tanto por un producto (desde 350 mil y hasta 14 millones de pesos en el caso del Apple Watch), ¿no debería hacer algo más?

El Apple Watch funciona exclusivamente con el iPhone, y más allá de cualquier limitación actual, es sin duda el mejor reloj inteligente para ese teléfono. Ofrece controles a través de Siri, acceso para manejar la cámara, y conexión con el ecosistema de apps de iOS. Si logra mejorar la comunicación de los programas con el teléfono, este último punto se puede convertir en el que le entregue el dominio a Apple en el naciente mercado del smartwatch.

Si hay que recomendar un modelo de esta primera generación, el Sport es la mejor opción: es el más "económico" (desde 350 mil pesos por la edición de 38 mm y 400 mil por la de 42 mm) y ofrece las mismas funciones que los diseños más caros. Pero más allá del interés que genera el Watch en su lanzamiento, y lo útil que puede llegar a ser, Apple no demostró por qué es algo necesario. Esta es la primera generación de un producto que probablemente será renovado en un año o dos, y Apple suele apostar fuerte por sus segundas versiones. Por eso, quizás vale la pena esperar a ver el futuro del Watch.
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