NUEVA YORK.- El 4 de noviembre pasado, el sitio de financiamiento colectivo Kickstarter anunció un importante logro: superó los dos mil millones de dólares recaudados para proyectos de todo tipo.
El método de funcionamiento del portal es sencillo y no ha cambiado desde su popularización: un creador sube un proyecto para el que fija una meta de recaudación, buscando que usuarios de internet se interesen en él y donen dinero. Si se supera la meta, se recibe el monto; pero si no, no hay pago.
Hay muchas historias de éxito. Empresas como Pebble, dedicada a los relojes inteligentes, surgieron en Kickstarter y hoy ya cuentan con varios productos. Productores desconocidos y otros famosos han producido películas a través del sitio. Pero también hay casos que aunque parecían ser exitosos, con el tiempo se derrumbaron y dejaron a sus clientes esperando.
El más significativo es uno ocurrido esta semana:
el dron Zano, el proyecto más exitoso de Kickstarter surgido de Europa. Durante su campaña recaudó
2,3 millones de libras esterlinas (cerca de 3,6 millones de dólares) pero eso no fue suficiente para que, luego de meses de problemas, la empresa finalmente decidiera
cerrar sus puertas y vender lo que quedaba de sus bienes.
¿Qué pasó con los drones? Según reportes de octubre, se entregaron más de 600 equipos. El problema es que la compañía había vendido 15.363 unidades a más de 12 mil personas a través del sitio. Y los que fueron entregaron tenían bastantes problemas, con mala calidad de imagen y poca autonomía de batería. Las normas de uso de Kickstarter no obligan a la compañía a devolver el dinero a quienes compraron el equipo. Su única opción es iniciar acciones legales.
Productos que no llegan
Otro problema común de Kickstarter son las demoras. Una de las más importantes es la que hoy viven los "backers" de Coolest, una "hielera inteligente" lanzada el año pasado en el sitio y que hasta el día de hoy es el segundo proyecto que más dinero ha recaudado en la plataforma a nivel mundial, con
más de 13 millones de dólares.
La hielera, que incluye un parlante Bluetooth, platos y hasta una licuadora, debía ser entregada a sus clientes en febrero. Luego fue retrasada hasta julio y ahora se anunció que llegará recién en abril de 2016. Otro detalle más generó la ira de los usuarios: mientras esperan sus unidades, la compañía empezó a vender el producto en Amazon.
US$ 2 mil millones
han donado los usuarios de Kickstarter a los proyectos
Ryan Grepper, CEO de Coolest, dijo que la demora en la entrega se debe a una huelga del proveedor de la licuadora en China, por lo que debe buscar otra empresa que haga esa parte. También justificó la venta en Amazon diciendo que es necesaria para "mantener las luces prendidas" mientras se trabaja en el despacho de las unidades vendidas en Kickstarter.
"Kickstarter se trata de apoyar una idea que necesita ser desarrollada y creada, y el entendimiento siempre ha sido que es un proceso. Muchos proyectos han sido retrasados", escribió a quienes respaldaron la idea, citando el caso de las demoras del primer reloj de Pebble, que también estuvo a la venta antes que muchos "backers" lo recibieran. "Pebble no quiso hacer eso y nosotros tampoco".
El problema es que situaciones como la de Zano, que más allá de cualquier demora simplemente no va a llegar, tampoco son aisladas. Otro caso conocido es el de NudeAudio, una empresa inglesa que vendió un parlante Bluetooth en Kickstarter y que un año después todavía tiene entregas pendientes. Meses más tarde, y con usuarios
todavía reclamando en la página del proyecto, sus creadores vendieron la compañía y hoy sus clientes ya no reciben respuesta.