SANTIAGO.- Para muchos, un "hoverboard" es una patineta que vuela, específicamente, el skate mostrado en "Volver al Futuro II". Ese del cual se ha hablado mucho pero que todavía está a años del mercado masivo. Pero para un grupo cada vez más grande de personas, el "hoverboard" es un producto real, disponible en tiendas, aunque no es tal cual como el de la película.
El nombre está siendo usado para referirse a uno de los dispositivos más populares de 2015 en mercados como EE.UU., que esta semana fue elegido como el segundo gadget más importante del año por la revista Time y que, según varios medios, será el juguete de esta Navidad.
En términos concretos, un "hoverboard" (también conocido como "balance scooter" o "scooter de balance autónomo") es una tabla plástica puesta sobre dos ruedas. El usuario mantiene el equilibrio sobre el artefacto a través de sensores, como giroscopios, que además permiten controlar su movimiento: inclinar los dos pies hacia adelante hace que se avance. Dos pies hacia atrás permiten retroceder e inclinar uno solo inicia un giro.
Parte de la popularidad de estos equipos se basa en lo divertido que es usarlos, permitiendo además desplazarse cómodamente. Si bien su control puede resultar algo complicado al principio, después de algunos minutos de uso –y un par de caídas, en algunos casos– se vuelve algo natural.
Funcionan en base a energía eléctrica, ofreciendo, al menos en el caso de la versión que probamos, un rango de batería de entre 15 y 20 kilómetros, con una velocidad máxima de 15 kilómetros por hora. El proceso de carga puede tomar entre una y dos horas, siendo conectado a un enchufe eléctrico común.
El interés por este equipo ha aumentado de manera importante durante los últimos meses. En EE.UU., donde se vende por entre 300 y 1.500 dólares, se ha vuelto popular por celebridades que lo han mostrado en televisión o en redes sociales. En Chile, donde está recién llegando con precios que parten en $270 mil, no ha habido mayor publicidad por lo que se han hecho conocidos a través del "boca a boca".
"Ya vendimos todo el primer envío, que eran 150 unidades, y del segundo, que son 120, tenemos el 50% vendido en preventa", indica a Emol Constanza Zamora, gerente de operaciones de eGreenMotors, uno de los distribuidores del "hoverboard" en Chile.
En EE.UU., este scooter eléctrico también se ha visto envuelto en polémicas. Primero, por su origen, el cual no está totalmente claro. Por esto, varias empresas se disputan la inscripción de su patente y amenazan con demandas a otros fabricantes. En segundo lugar, algunas ciudades de ese país, como Nueva York, lo han declarado ilegal, al ser un equipo motorizado que no puede ser inscrito. En Chile, no hay limitaciones legales y la próxima Ley de Tránsito tampoco impediría su uso (ver recuadro).
¿Para qué se usa? Constanza Zamora dice que hasta ahora sus usuarios le dan dos usos: algunos lo utilizan como juguete, mientras que otras personas lo usan para desplazarse entre el hogar y el trabajo, especialmente cuando la distancia entre ambos puntos no es mucha (da el ejemplo de gente que vive y trabaja en Providencia).
Más allá de las limitaciones que puede tener (por ejemplo, puede hacer pendientes con hasta 20 grados de inclinación), la llegada del "hoverboard" a Chile es la ampliación de un concepto que se escuchará mucho durante los próximos años, la movilidad eléctrica, algo que se inició con el arribo de las primeras bicicletas eléctricas y que crecerá con la llegada de scooters y automóviles de este tipo.
La nueva normativa para vehículos eléctricos
En agosto de este año, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones presentó un proyecto con modificaciones a la Ley de Tránsito que podría afectar la circulación de vehículos eléctricos.
El texto establece una separación entre vehículos motorizados, y no motorizados (definidos como "ciclos"). Entre estos últimos están las bicicletas, que también incluyen a aquellas que tienen un motor auxiliar eléctrico con una potencia máxima de 0,25 kw y una velocidad máxima de 25 km/hr.
En el caso de, por ejemplo, bicicletas eléctricas que superen estas especificaciones, pasarán a ser consideradas vehículos motorizados, con los requisitos correspondientes para su uso.
Pero también se establece una tercera categoría que cubra una gama de vehículos que, "por criterio", no entran a ninguna de las dos categorías y que incluyen a artefactos más pequeños, como "autos eléctricos de juguete, sillas de rueda, coches de guagua, segways, hoverboards, etc", según describen desde el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. Estos vehículos no tendrían limitaciones de circulación ni requerirían un registro.