NEW BEDFORD.- Historiadores marítimos, climatólogos y gente interesada está participando de un proyecto para estudiar libros de bitácora de los buques balleneros del siglo XIX para comprender mejor el cambio climático actual y los patrones meteorológicos del Ártico.
En estos libros, los barcos balleneros llevaban registros minuciosos del estado del tiempo mientras surcaban los mares del mundo, a veces durante años, en busca de ballenas, codiciadas por su aceite utilizado para la iluminación, dijo Michael Dyer, historiador marítimo en el Museo Ballenero de New Bedford.
Algunas bitácoras incluyen detalles de la vida a bordo: hombres al agua, medidas disciplinarias a infractores y, por cierto, avistamientos de ballenas, pero lo que importa para el proyecto son las medidas precisas de latitud y longitud, el estado del tiempo, la presencia de témpanos y el borde de la plataforma de hielo.
"Si están navegando por el Estrecho de Bering y hay hielo, habrá una anotación en la bitácora sobre los campos de hielo", dijo Dyer.
El proyecto llamado "Clima Antiguo: Balleneros" es dirigido por la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés). El museo ballenero está transcribiendo y digitalizando los libros de bitácora, así como otras fuentes de datos originales de la Asociación Histórica de Nantucket, el Museo de Martha's Vineyard y la Biblioteca Pública de New Bedford.
Las bitácoras digitalizadas son publicadas en el internet para que "ciudadanos científicos" ayuden a los investigadores a clasificar la gran cantidad de información.
El museo posee unos 2.600 libros de bitácora que datan de 1756 a 1965, pero el proyecto incluye hasta el momento unos 300, relacionados con travesías balleneras al Ártico desde mediados del siglo XIX hasta la primera década del XX.
En el nivel más básico, la información de un viejo libro ballenero se puede comparar con las condiciones actuales: ¿hay hielo en el mar donde los balleneros lo registraron hace 150 años?
Pero el proyecto va mucho más allá, dijo Kevin Wood, de la NOAA, uno de los investigadores principales del proyecto. Los datos recopilados permitirían crear modelos informáticos del clima del pasado y ayudar a pronosticar las condiciones futuras. Es "un satélite meteorológico virtual que viaja en el tiempo", dijo.