MADRID.- La actividad del cerebro en los primeros días de vida es esencial para que las conexiones entre los dos hemisferios se establezcan correctamente, según un estudio en el que se prueba, en ratones, que tras el nacimiento existe un período de tiempo en el que sería posible recuperar las conexiones perdidas.
Estas son algunas de las principales conclusiones de un trabajo que publica la revista Neuron, que está liderado por científicos del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del CSIC español.
Millones de fibras conectan una mitad y otra del cerebro de mamíferos, que juntas forman el cuerpo calloso y transmiten información esencial para que los dos hemisferios cerebrales puedan comunicarse entre sí, señala el CNB en una nota.
Si este cableado no se forma bien durante el desarrollo postnatal, los hemisferios funcionarán de manera descoordinada, lo que llevará a la pérdida de las funciones superiores del cerebro y a enfermedades mentales con origen en el desarrollo.
En este trabajo, los investigadores explican que la actividad neuronal durante los primeros días tras el nacimiento, orquestada por la expresión de Cux1 -una proteína que influye en la diferenciación neuronal-, "es esencial para que esta autopista de información se forme correctamente".
"Hasta ahora no se había comprendido esta importante función de la actividad eléctrica temprana en el cerebro. Nosotros hemos visto que es esencial para un correcto cableado entre hemisferios", detalla Marta Nieto, del CNB y autora del trabajo.
Según Nieto, "Cux1 influye en la actividad de la neurona en el cerebro en desarrollo. Gracias a esto controla, en última instancia, la formación de las conexiones".
Cuando los científicos inactivaron el gen Cux1 en embriones de ratón, las neuronas dejaron de expresar en sus membranas otra proteína (Kv1) provocando una actividad eléctrica anormal, y como consecuencia, la neurona fue incapaz de formar la conexión a través del cuerpo calloso.
Se sabe que en el cerebro adulto cada neurona tiene su actividad característica, un código que le sirve para comunicarse con otras células del circuito. Este trabajo demuestra que ya durante el proceso de formación del circuito, la actividad propia de cada neurona contiene información que determina con quién va a ser capaz de conectarse.
Pero, además, prueba que si se recupera la función de estas proteínas tras el nacimiento, el cerebro es capaz de reconectarse correctamente. "Durante un tiempo limitado después del nacimiento podemos restaurar las conexiones perdidas", apunta Carlos García Briz, otro de los autores.
Los investigadores fueron capaces de hacerlo en embriones de ratón durante las dos primeras semanas, lo que en humanos podría corresponder a los primeros meses de vida.
Según García, esto sugiere que "podría haber esperanza de recuperación en condiciones patológicas humanas relacionadas con una incorrecta formación del cuerpo calloso o una pérdida de conexiones neuronales de otros tipos".
"Nos gustaría continuar esta línea de trabajo e intentar alargar esta ventana de tiempo en la que es posible recuperar la función perdida" finalizó el investigador.