Reconstrucciones de dos neandertales en el museo de Mettmann, Alemania.
AP
WASHINGTON - Si a usted le cuesta dejar de fumar o tiene tendencia a la depresión, tal vez pueda culpar de ello a su herencia neandertal.
Tras un gran estudio que vinculó miles de registros médicos de individuos modernos con sus historias genéticas, se halló que ciertos genes heredados del hombre de Neandertal están vinculados a desórdenes psiquiátricos, problemas sanguíneos o comportamientos adictivos.
El legado de los ancestros humanos de África que se cruzaron con los neandertales de Europa, ha resultado en que las personas de hoy -al menos las que provienen de Europa o Asia- tengan entre 1 y 4% de genes que se remontan a los neandertales, anunciaron científicos en 2010.
El actual estudio de la revista especializada Science, es el primero que compara el ADN neandertal con los genomas de una gran población de adultos de ascendencia europea (28.000 personas) y sus registros de salud.
La investigación representa "un sutil pero importante impacto en la biología humana moderna", señala en el artículo John Capra, un genetista evolutivo y profesor asistente de ciencias biológicas de la Universidad Vanderbilt. "Nuestro principal hallazgo es que el ADN neandertal tiene influencia en los rasgos clínicos de los humanos modernos", agregó.
"Descubrimos asociaciones entre el ADN neandertal y una gran cantidad de características, entre ellas afecciones inmunológicas, dermatológicas, neurológicas, psiquiátricas y reproductivas", añadió el especialista.
Adicción a la nicotina
El estudio halló que el ADN del humano moderno contiene 135.000 variantes genéticas que provienen de los neandertales, que desaparecieron hace unos 30.000 años.
También descubrió que estas variantes están vinculadas a un mayor riesgo de padecer 12 enfermedades, entre ellas la depresión y los ataques cardíacos. Específicamente, los genes de los neandertales están vinculados a un mayor riesgo de sufrir adicción a la nicotina.
Muchos fragmentos de ADN neandertal estaban asociados a efectos psiquiátricos y neurológicos. "El cerebro es increíblemente complejo, de modo que es razonable esperar que introducir cambios provenientes de un sendero evolutivo distinto puede tener consecuencias negativas", dijo la coautora del estudio, Corinne Simonti, estudiante de doctorado en Vanderbilt.
Los neandertales vivieron en Europa y el oeste de Asia por unos 200.000 años antes de la llegada de los humanos modernos.
Los investigadores creen que la población moderna, a medida que evolucionó, mantuvo algunos rasgos neandertales porque éstos le permitieron adaptarse a nuevos ambientes fuera de África.
No obstante, muchos de estos rasgos pueden haber dejado de ser una ventaja en el medio ambiente moderno.