CUPERTINO, ESTADOS UNIDOS.- El director ejecutivo de Apple Tim Cook quiere hablar con el presidente estadounidense, Barack Obama, sobre la disputa con el Gobierno por el acceso y desbloqueo de iPhones, dijo en una entrevista con la emisora ABC.
"No se trata de este teléfono, sino del futuro", destacó. El consorcio está trabajando para dificultar aún más la posiblidad de hackear sus aparatos y sistemas.
La controversia se desató después de que el FBI pidiera a Apple ayuda para acceder a un iPhone utilizado por un asaltante muerto de la masacre de San Bernardino. El atacante, supuesto seguidor de la milicia terrorista Estado Islámico (EI) y su mujer mataron a 14 personas en la localidad californiana.
Sin embargo Apple se niega alegando que para ello tendría que desarrollar por primera vez un software que permitiera desactivar el bloqueo de acceso a sus iPhones, y las consecuencias futuras serían peligrosas.
"Si un tribunal nos exige elaborar ese software, imagínense qué más cosas podrían exigirnos, quizá un sistema operativo de vigilancia o la posibilidad de encender la cámara", dijo Cook. Y además de Apple otros fabricantes podrían resultar también afectados: "No sabemos dónde terminaría esto".
"Sabemos que si hacemos esto expondríamos a las personas a increíbles vulnerabilidades", insistió Cook. "Esto sería malo para el país. También sentaría un precedente del que creo que muchos estadounidenses estarían ofendidos", agregó.
Apple se queja también de que el fundamento letal de la orden es una ley del siglo XVIII que concede a los jueces la potestad de ordenar todas las medidas necesarias.
Pero si ahora se crea por primera vez este precedente, otros tribunales podrían también dirigirse a la firma quizá en casos de evasión fiscal o incluso divorcios, dijo Cook advirtiendo de un "atropello a los derechos civiles".
Apple está dispuesto a llevar el caso hasta el Supremo de Estados Unidos, al considerar que algo así "no debe ocurrir en Estados Unidos".
La cuestión debe regularse con una nueva ley, exigió. Apple está también preocupado de que si existiera ese software pedido por el FBI las redes criminales harían todo lo posible por hacerse con él.
El caso puede ser controvertido políticamente para Apple y algunos políticos ya acusaron a la firma de anteponer la esfera privada de un terrorista muerto a la seguridad nacional. En torno al 50 por ciento de la población opinaba en una reciente encuesta que la firma debía ceder.
Las autoridades estadounidenses alegan que Apple podría destruir el programa en cuanto fuera descifrado el teléfono del atacante. Según se desprende de documentos judiciales, desde otoño (boreal) ya se habría pedido ayuda a Apple para desbloquear una docena de iPhones.
Apple y Google encriptan los datos en sus sistemas de forma que sólo son accesibles para los usuarios y ni siquiera las empresas tienen acceso a ellos y por ello no pueden entregárselos a las autoridades, algo que lleva tiempo suponiendo un problema para las investigaciones policiales.
Apple incluso quiere hacer sus Apples más difíciles de hackear, señalaron en la noche del miércoles el los diarios "New York Times" y "Financial Times". Entre otras cosas, se buscaría encriptar también los datos en el iCloud de tal manera que no fueran accesibles ni para la empresa ni para las autoridades, citaron ambos diarios a fuentes informadas.