RIO DE JANEIRO.- Una institución científica brasileña realizará por primera vez en Brasil la monitorización con drones de áreas naturales amenazadas, las llamadas Unidades de Conservación (UC), informaron hoy a través de un comunicado.
El proyecto está siendo impulsado por la Fundación Grupo Boticario de Protección a la Naturaleza y controlará la Reserva Biológica (Rebio) de las Araucarias y el Parque Nacional de los Campos Gerais, localizados en el estado sureño de Paraná, dos de las últimas regiones boscosas con araucarias (un tipo de coníferas) del país.
Según el investigador responsable, el profesor Carlos Hugo Rocha, este proyecto aprovechará la tecnología para vigilar de forma más efectiva las regiones con mayor dificultad de acceso en la reserva y crear una metodología de uso de drones de cara a controlar futuras unidades.
"De esa forma, posibilitamos la creación de un sistema de trabajo que, en el futuro, podrá contribuir con otras UCs y que será mejorado conforme sea utilizado", explicó Rocha.
Asimismo, servirán para reducir las principales amenazas para las unidades de conservación, como la eliminación de especies nativas -como la propia araucaria-, el comercio ilegal, la caza, el fuego o el cultivo agrícola o forestal.
"Los drones permitirán más agilidad para verificar una posible entrada no autorizada en las unidades, además de dar una notificación a las autoridades competentes", resaltó.
Rocha recordó también que el uso de drones supone "una gran mejoría" y un gasto inferior, ya que el costo de este nuevo equipamiento, pese a ser "significativo", es puntual, mientras que sin los drones se han de conseguir vehículos adecuados para horas e incluso días.
El investigador explicó que, antes de esta iniciativa, ya se había realizado un mapeo de las regiones restantes naturales con base en imágenes a través de satélites de alta resolución y ahora, con los drones, el alcance será mayor, ya que se podrán monitorizar de forma integral todos los paisajes.
Mediante el sistema convencional se han ido obteniendo datos de las UCs de Paraná desde 1952, por lo que se puede "determinar cuáles son las áreas mejor conservadas y, a consecuencia, cuáles necesitan ser monitorizadas con especial cuidado", razonó el investigador.