LONDRES.- Los ataques de los Gobiernos contra los sistemas de encriptación de las comunicaciones online amenazan los Derechos Humanos de los individuos de todo el mundo, advirtió esta semana Amnistía Internacional (AI).
En su informe "Codificación: Un asunto de Derechos Humanos", AI se refiere al caso que enfrentó al gigante tecnológico Apple con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en Estados Unidos.
En un caso que finalmente fue suspendido esta semana, el FBI quería que Apple diseñara un software que permitiera la desactivación de la seguridad del iPhone de un sospechoso de un caso de terrorismo, algo a lo que la compañía se negaba por considerar que dañaría las libertades civiles.
En el citado documento, Amnistía indica que los ciudadanos de todo el mundo deberían poder encriptar sus comunicaciones y datos personales a modo de protección esencial de sus derechos a la intimidad y libertad de discurso.
"La codificación es un prerequisito básico para la libertad de discurso en la era digital. Prohibirla es como prohibir los sobres y las cortinas. Erradica un instrumento básico para mantener privada tu vida privada", indicó Sherif Elsayed-Ali, subdirector para asuntos globales de AI.
Según el informe de la organización, los Gobiernos que están tratando de esta tecnología deberían pensarlo dos veces antes de abrir la caja de Pandora. "Debilitar la privacidad online tiene consecuencias desastrosas para las sociedades libres, particularmente para los activistas de los derechos humanos y para los periodistas que llevan a nuestros líderes a rendir cuentas", señaló Elsayed-Ali.
El informe también considera que exigir a las empresas que creen una "puesta trasera" para decodificar software es una medida que viola la legislación internacional de derechos humanos.
Respecto al caso de Apple y el FBI, AI considera que buscar el acceso a los datos de ese teléfono móvil en particular podría ser legítimo, pero cuestiona la manera de acceder a esos datos, que requeriría que una empresa adaptara su software para derribar sus accesorios de seguridad.
Esas "puertas traseras" no solo amenazan la privacidad online, sino que también tienen un efecto "espeluznante" en el ejercicio de libertad de expresión y "exponen a las comunicaciones online y a los datos de las personas a amenazas de seguridad", alerta. "El caso de Apple muestra lo que se pone en juego en el debate de la decodificación. No se trata solo de un teléfono, sino de si los Gobiernos deberían poder dictar la seguridad de los software que protegen la privacidad de millones de personas", observó Sherif Elsayed-Ali.
Según el directivo de AI, abrir esa "puerta trasera" a los Gobiernos "pone en riesgo abrir la puerta a los ciberdelincuentes que quieren hackear nuestro teléfono y a los Gobiernos de todo el mundo que quieren espiar y reprimir críticas".
"Si las autoridades de EEUU fuerzan a una de las mayores empresas del mundo de tecnología a hacer que sus productos sean menos seguros, el peligro es que los Gobiernos de todo el mundo seguirán esa pauta y exigirán, a su vez, poderes intrusivos de los cientos de compañías más pequeñas que desarrollan tecnología de seguridad", apuntó.