LONDRES.- La mayoría del agua contenida en el interior de la Luna podría haber sido llevaba por asteroides hace entre 4.500 y 4.300 millones de años, según revela un estudio publicado este miércoles por la revista británica Nature.
La investigación, liderada por expertos de la Open University de Milton Keynes, en el Reino Unido, apunta a que el agua pudo aparecer en nuestro satélite natural al principio de su formación.
La opinión generalizada de la comunidad científica señala que la Luna se formó a partir de los restos generados por la gran colisión ocurrida hace unos 4.500 millones de años entre un planeta del tamaño aproximado de Marte y la Tierra.
Poco después de ese evento, el nuevo astro podría haber obtenido agua cuando aún era un ente parcialmente fundido, con zonas cubiertas por un "océano de magma" y una "corteza primordial" en formación.
"En ese tiempo, la Luna estaba siendo bombardeado con los impactos de asteroides que podrían haber depositado agua en el interior lunar. Las composiciones isotópicas de elementos volátiles en las muestras obtenidas de la Luna sugieren que los asteroides húmedos eran la fuente principal de agua, mientras que menos del 20% de los volátiles interiores provenían de cometas", explican los autores en el texto.
Hasta la fecha, el momento y el origen de la aparición de agua en el satélite ha sido un misterio para los investigadores, al tiempo que han desarrollado diferentes teorías para explicar la contribución de meteoritos y asteroides a este hecho.
Para acotar los tiempos e identificar las fuentes del agua, los expertos de la Open University han recurrido al estudio de modelos numéricos y a la medición de composiciones isotópicas tomadas de muestras lunares obtenidas por estudios anteriores.
En este sentido, constataron que el agua fue llevada al interior de la Luna durante un periodo de entre diez y 200 millones de años, mientras el citado "océano de magma" estaba aún presente.
A partir de los datos del hidrógeno y nitrógeno detectado en las muestras lunares, los científicos descubrieron que un tipo de asteroides "ricos en agua", conocidos como "condritos carbonáceos", son los principales responsables de la presencia del agua en la Luna.
Su modelo de estudio recreó un escenario en el que los citados asteroides, y en menor medida cometas, colisionaron con el mar de magma, al tiempo que una corteza formada en su superficie impedía la pérdida de elementos volátiles en el espacio a través de un proceso de gasificación, lo que permitió la retención del agua en el interior de la Luna.