HOUSTON.- Luego de tres días de operaciones dentro del módulo inflable BEAM en la Estación Espacial Internacional (EEI) la NASA dio por finalizada la primera misión al interior de esta cápsula que tenía como objetivo el posicionamiento de sensores y dispositivos que permitirán un mejor monitoreo.
El BEAM (Bigelow Expandable Activity Module) llegó hasta la EEI el pasado 11 de abril y, luego de dos intentos de ser inflado a su máxima expresión, el pasado lunes 6 de junio la agencia espacial determinó que estaba en correcto funcionamiento para dar luz verde a la primera misión de exploración.
Luego de finalizar esta primera etapa, la NASA tiene programada una segunda misión en agosto de este año que continuará con las labores de monitoreo de la cápsula.
La NASA quiere ver cómo el BEAM soporta la radiación, las fluctuaciones de temperatura y los escombros orbitales para proyectar su uso en futuros viajes espaciales e incluso en misiones más extensas como un posible viaje a Marte.
La empresa a cargo de desarrollar el BEAM, Bigelow Aerospace, se encuentra desarrollando módulos inflables de mayor tamaño para ser utilizados en algunos años más para turistas espaciales.
La ventaja de este tipo de construcciones por sobre las tradicionales cápsulas metálicas es que llegan al espacio de una forma más compacta y ligera que permite un mayor espacio dentro de la nave que los traslada.
En esta oportunidad, fue el astronauta norteamericano Jeff Williams quien ingresó al módulo y luego estuvo a cargo de cerrar la compuerta al concluir la misión.
El BEAM se mantendrá desplegado en la Estación Espacial durante dos años que le permitirán a la NASA probar su resistencia y usabilidad.