WASHINGTON.- Cinco años después de su lanzamiento desde Cabo Cañaveral, en Florida (Estados Unidos), la sonda Juno de la NASA se pondrá este martes en órbita alrededor de Júpiter en busca de desentrañar los misterios del planeta más grande del sistema solar, escondidos bajo una espesa capa nubosa.
"Llegaremos a Júpiter, lo que es difícil de lograr", señaló en una rueda de prensa el responsable científico de la misión, Scott Bolton, del Southwest Research Institute en San Antonio, ubicado en Texas. "Hay una emoción extraordinaria en el equipo científico con la llegada a Júpiter (...) que ofrece vistas espectaculares a esa distancia", agregó Bolton.
La sonda de casi cuatro toneladas, impulsada por energía solar, efectuará una serie de 37 sobrevuelos alrededor de Júpiter, la mayor parte entre 10.000 y 4.667 kilómetros sobre la espesa capa nubosa, durante una misión científica de 18 meses. Los sobrevuelos de Juno serán mucho más próximos al planeta gigante que el precedente récord de 43.000 kilómetros establecido por la sonda estadounidense Pioneer 11 en 1974.
Este martes a las 03:18 horas (23:18 horas de este lunes en Chile) Juno, que avanza a 64 kilómetros por segundo, encenderá su motor principal durante 35 minutos para frenar su trayecto de manera de ser capturado por la gravedad de Júpiter y colocarse en una órbita polar de 53,5 días.
Además, la NASA ofrecerá una transmisión en directo desde las 02:30 horas del martes (22:30 horas del lunes en Chile) desde su sitio web para observar la aproximación de la nave a Júpiter en su primera órbita en torno al planeta que se extenderá por dos horas desde el polo norte al polo sur.
Los peligros que enfrenta Juno en este viaje
Durante la conferencia ofrecida por los miembros del equipo de Juno, el líder del proyecto, Scott Bolton, detalló los peligros a los que estará expuesta la sonda durante los meses que esté circulando entorno al planeta. Entre estas amenazas, las principales son la alta radiación que rodea a Júpiter, así como el polvo estelar que se encuentra en torno al planeta y podría colisionar con la nave generando averías en sus instrumentos.
"Todo lo que sabemos en ingeniería se ha puesto en esta misión para calcular cómo podemos lograr conquistar Júpiter esta noche", señaló Bolton, a lo que añadió: "No es sencillo, pero tenemos la confianza de que todo va a salir bien y de acuerdo a los planes que tiene nuestro equipo".
"Sabemos que existe un gran riesgo, y por lo mismo tenemos todos nuestros recursos enfocados a Juno esta noche, pero vamos a conquistar esa cosa (Júpiter) esta noche", puntualizó el científico.
Para evitar la gran cantidad de radiación a la que estará expuesta la nave -equivalente a mil radiografías dentales para un ser humano-, la NASA construyó una caja de titanio en torno a los circuitos y los elementos eléctricos más delicados, con la que esperar protegerlos de la exposición al cruzar los cinturones de radiación.
"Hoy Juno entrará a la zona más peligrosa que conocemos, porque no conocemos nada de Júpiter", comentaron desde el equipo de trabajo a cargo de la nave, que estará en su totalidad monitoreando el viaje y la información que sea recepcionada en el centro de control.
"Sabemos que Júpiter tiene los cinturones de radiación más ponentes del Sistema Solar, tiene la gravedad más potente del Sistema Solar, y todo eso asusta, pero tenemos al mejor equipo de ingenieros trabajando aquí", continuó Bolton.
Sin embargo, para el líder de este equipo, el mayor problema no será ni la radiación ni el polvo estelar. Desde el momento en que Juno comienza a bajar por Júpiter estará "dando la espalda al Sol, y estamos hablando de una nave que se alimenta de energía solar, por lo que desde que comienza esta etapa, se activa un cronómetro, una cuenta regresiva para volver a mirar al Sol", explicó Bolton en medio de la conferencia.
"Lo que más me asusta es no volver a mirar el sol".
Los descubrimientos que podría traer Juno
Dada la distancia entre Júpiter y la Tierra, unos 869 millones de kilómetros, la señal de radio de confirmación del encendido del motor llegará a los controladores de vuelo 48 minutos después, señalaron desde la NASA, por lo que la nave operará con un comando ya programado en su sistema, y que fue probado con éxito en los días anteriores.
"Uno de los objetivos principales de la misión será comprender mejor de qué se compone el interior, hasta ahora inobservable, del planeta gigante", destacaron los científicos.
Después de las dos primeras vueltas de 53,5 días, Juno se colocará a partir de octubre en una órbita de 14 días que le hará pasar sucesivamente cerca de los dos polos.
Entre las observaciones que esperan encontrar, Bolton destacó que es posible añadir satélites naturales a la información que se conoce hasta ahora del planeta: "Esperamos ver un número nuevo de lunas, que continuará subiendo, en torno a Júpiter".
Respecto a la fecha en que comenzará a estudiar la nueva información, el jefe del proyecto detalló que desde "agosto se comenzará a recopilar la información real de Júpiter que nos pueda entregar Juno".