BUENOS AIRES.- Un avión sin motor alcanzará 90 mil pies de altura (27,4 kilómetros) en agosto y rozará el espacio exterior sobre el cielo de la Patagonia argentina gracias a la misión Perlan II, un proyecto pionero que servirá para investigar la estratosfera y conocer más sobre la salud de la capa de ozono.
Se trataría del primer avión que sube hasta ese límite, una altura que doblaría la que habitualmente alcanzan los vuelos comerciales y que permitiría explorar una zona de la atmósfera de la que apenas se tienen datos, explicó a la agencias de noticias EFE, James Darcy, portavoz de Airbus, empresa socia del proyecto y principal donante.
"Como no tiene motor, no contamina el medio ambiente, lo que va a posibilitar examinar la salud de la atmósfera como nunca antes", subrayó Darcy, quien detalló que alrededor de esta misión giran proyectos de estudio del medioambiente impulsados por diferentes universidades e instituciones estadounidenses.
Durante cerca de un mes y medio y en función de las condiciones climatológicas, la tripulación del avión aerodinámico realizará todos los vuelos posibles para lograr alcanzar el objetivo de los 90 mil pies, una altura que sólo se puede lograr en algunas zonas del mundo gracias a un tipo de viento llamado "olas de la montaña".
Estas corrientes eólicas soplan en perpendicular a las cadenas montañosas y existen en muchos lugares del mundo, aunque, según Darcy, "sólo en algunas zonas como El Calafate (en la provincia de Santa Cruz) las columnas de aire ascienden hasta el límite de la estratosfera".
Desde septiembre de 2015, los investigadores del proyecto realizaron numerosas pruebas en Minden, Nevada (Estados Unidos), donde el fenómeno meteorológico permitió a los aviones volar hasta los 5 mil pies (unos 1,5 kilómetros).
Además de proporcionar información muy valiosa sobre el estado de la atmósfera, el Perlan II también ayudará a predecir las potenciales circunstancias climáticas a las que podrían enfrentarse en el futuro vuelos comerciales que alcancen mayores alturas. Además, la expedición incluso podría servir para obtener datos sobre las condiciones necesarias para viajar sobre la superficie de Marte, cuya atmósfera, según las investigaciones, es muy parecida a la última capa de aire que rodea la tierra, añadió Darcy.
"No será como sobrevolar la atmósfera de Marte, sino que nos puede indicar las herramientas necesarias para operar en la superficie del planeta", precisó.
El origen del proyecto Perlan se remonta a comienzos de la década de los 90, cuando el investigador Einar Enevoldson, director del proyecto, comenzó a analizar las 'mountain waves' con resultados que no fructificarían hasta 2006, cuando, también sobrevolando El Calafate, lograron un récord de altura en vuelo de 15 mil pies (cerca de 4,6 kilómetros).