A través de la firma SolarCity (que será integrada a Tesla Motors), Musk busca masificar la idea de la generación de energía solar a nivel hogar. Instalando paneles solares en los techos y baterías en de alta capacidad, los invididuos podrán actuar como su propio proveedor de electricidad, dice.
Musk asegura que tras el lanzamiento del Model 3, no será necesario sacar un vehículo más económico. La apuesta estará, en vez, en vehículos más grandes, como camiones y vehículos de transporte de alta densidad (buses). Ambos están en desarrollo y podrían ser mostrados el próximo año. La conducción autónoma tendría un rol clave, porque podría mejorar la circulación en las calles. Además, el ejecutivo plantea la posibilidad de hacer que las propias fábricas que construyen los vehículos sean en sí un producto que evoluciona y se perfecciona con el tiempo.
Pese a los accidentes que ha protagonizado el sistema "Autopilot" de los vehículos Tesla, Musk sigue apostando por la tecnología y de hecho la define como parte clave de la estrategia. Pero asegura, la validación del software tomará más tiempo que la instalación de las cámaras y sensores. Esto, sumado a la aprobación a nivel mundial de las regulaciones que permitan el uso de vehículos autónomos, podría tomar un tiempo: Musk pronostica que esto ocurrirá cuando se hayan recorrido 10 mil millones de kilómetros con la tecnología. Actualmente se recorren cinco millones de kilómetros diarios.
El empresario dice que la economía de los autos Tesla mejorará: la mayoría de los autos es usado por dueño durante sólo un 5 a 10% del tiempo, y durante el porcentaje restante podría ser arrendado a otros usuarios. Esto, dice Musk, permitirá que el vehículo pueda financiar parte importante de su costo mensual, haciendo que sea mucho más accesible para quienes no podrían pagarlo de otra forma. La app de Tesla permitirá que el dueño marque su auto como disponible para arriendo.