En este nivel es el conductor el que debe estar a cargo de todos los controles durante la conducción. Es decir, son los choferes quienes deciden cómo, cuándo y cuánto acelerar, frenar, cambiarse de pista, adelantar a los demás vehículos y terminar el recorrido.
Para la SAE, en esta etapa se encuentran los vehículos que entregan una pequeña asistencia a los conductores como es la "velocidad crucero". Es decir, el automóvil es capaz de mantener una velocidad programada por el chofer durante un periodo de tiempo sin la necesidad de que una persona se mantenga presionando el pedal del acelerador. No mucha tecnología en esto, pero sí es considerado como asistencia.
Aquí ya se entra en lo que se ha denominado vehículos autónomos, el mejor ejemplo de estos automóviles son aquellos fabricados por Tesla que cuentan con su sistema -aún en beta- Autopilot que permite a los conductores dejar el control del vehículo en manos de un programa capaz de acelerar, frenar y evitar otros automóviles (y así colisiones), pero requiere de un conductor detrás del volante atento al camino para tomar el control en caso de emergencia. Autonomía, pero vigilada.
En esta etapa la SAE cataloga a los vehículos capaces de tomar la decisión de cambiarse de pista, adelantar a otros conductores, acelerar y frenar sin las indicaciones de una persona. De este tipo de automóviles aún no existe ningún ejemplo en el mercado, pero algo que se le acerca bastante es el prototipo de Audi, A7, que si bien aún requiere de un conductor atento a los movimientos, entrega una mayor autonomía que los actuales de Tesla.
Probablemente este sea el nivel con menor uso comercial entre los fabricantes de vehículos autónomos. Según la SAE, esta categoría se refiere a automóviles que son capaces de comenzar y finalizar un recorrido sin asistencia alguna por parte de un conductor, es decir, 100% manejados por un software, siempre y cuando se encuentren en espacios controlados y con un conocimiento completo de los mapas del área en que se moverá el auto, como podrían ser grandes condominios, universidades o recintos cerrados.
Es este el nivel del SEA que se encuentra en la mente de todos cuando se habla de vehículos autónomos: Un automóvil capaz de comenzar un recorrido, subir la velocidad, frenar, cambiarse de pista, adelantar a otros conductores y finalizar sin que alguien deba sentarse detrás de un volante a realizar todas las maniobras. Según la información entregada por Google, este es el proyecto que ellos se encuentran desarrollando -junto a todas las marcas trabajando en esta tecnología-, sin embargo, aún no existe una fecha exacta para que estos vehículos lleguen a las calles en el mundo.