MIAMI.- Las condiciones meteorológicas eran muy favorables al lanzamiento, todo estaba preparado hasta último detalle y finalmente nada falló: la NASA inició con el pie derecho
la ambiciosa misión OSIRIS-REx, con la que busca llegar al asteroide Bennu para recoger muestras y traerlas de regreso a la Tierra.
El cohete Atlas V de la sociedad estadounidense Launch Alliance, partió desde su plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral, en Florida, tal como estaba previsto a las 19:05 horas (20:05 horas en Chile), bajo un cielo claro y despejado. La nave de dos toneladas deberá separase de la segunda etapa del cohete lanzador 55 minutos después del lanzamiento.
El proyecto, cuya inversión gira en torno a los 800 millones de dólares y por sus características es inédita para la NASA, permitirá estudiar con detalle el polvo que la nave no tripulada recogerá desde el asteroide, lo que podría dar pistas sobre cómo los elementos necesarios para la vida llegaron a nuestro planeta e incluso cómo se formó nuestro sistema solar hace unos 4.500 millones de años.
Bennu, un bloque rocoso de 492 metros de diámetro, fue elegido entre los cerca de 500.000 asteroides del Sistema Solar porque orbita el Sol cerca de la ruta que hace la Tierra, tiene el tamaño perfecto para el estudio científico y es uno de los asteroides más antiguos de los que tiene información la NASA.
Cómo será el viaje de OSIRIS-REx
Se espera que la nave llegue al asteroide en agosto de 2018 y estará posado en él durante dos años para estudiarlo y recoger las muestras. El 2020 iniciará su retorno a la Tierra, donde llegaría el 2023, según las estimaciones de la agencia espacial estadounidense.
"En los asteroides primitivos y ricos en carbono como Bennu, los materiales se han preservado desde hace más de 4.500 millones de años", explicó Christina Richey, científica del programa OSIRIS-REx de la NASA.
La misión también pretende arrojar luces sobre cómo hallar recursos preciados como agua y metales en los asteroides, un campo que ha generado un creciente interés en todo el mundo. Y los apenas 60 gramos de polvo que recogerá la nave, pueden ser clave para encontrar respuestas.
"Vamos a hacer un mapa de este nuevo mundo que no hemos visto nunca antes", dijo Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-REx de la Universidad de Arizona en Tucson.
A través de una serie de cámaras, láseres y espectrómetros, "entenderemos la distribución de los materiales a lo largo de toda la superficie de ese asteroide", añadió.
OSIRIS-REx implica la mayor carga de muestras espaciales de la NASA desde la era de las misiones Apolo en las décadas de 1960 y 1970, cuando en total trajeron alrededor de 360 kilos de piedras lunares.
¿Qué es OSIRIS-REx?