NUEVA YORK.- La industria de la azúcar comenzó a financiar estudios para generar dudas sobre el rol del producto en los casos de enfermedades cardiacas, parcialmente apuntando las causas a la grasa en la alimentación. Esta situación ocurrió a comienzos de la década de 1960, según detalló el análisis de nuevos documentos recientemente revelados.
El estudio publicado el pasado lunes se basa en la correspondencia entre un grupo controlador de la producción de azúcar e investigadores de la Universidad de Harvard, situación que fue tomada como el último ejemplo de cómo productores de alimentos y bebidas manejan el entendimiento de la sociedad respecto a la alimentación.
En 1964, el grupo conocido como la Asociación del Azúcar discutió de manera interna una campaña para dirigir "las sensaciones negativas sobre el azúcar" luego de la publicación de estudios que comenzaban a sugerir una relación entre las enfermedades al corazón y el producto en cuestión en la época.
Un año después, el mencionado grupo controlador aprobó el "Proyecto 226", en el que se proponía pagarle a investigadores de Harvard el equivalente a 48 mil 900 dólares actuales por un artículo científico, en el que ellos entregarían materiales para revisar y supervisarían los borradores de la publicación.
El resultado fue un estudio publicado en 1967 en la revista New England Journal of Medicine que concluía "sin lugar a dudas" que el único cambio en la dieta necesario para prevenir estas enfermedades era la reducción del colesterol y las grasas saturadas.
Uno de los empleados de la Asociación del Azúcar le comentó a uno de los autores: "Esto es precisamente lo que teníamos en mente y esperamos su pronta aparición en alguna publicación".
La información fue revelada por la revista JAMA Internal Medicine luego de que un ex dentista, Cristin Kearns, estudiara las conexiones entre la industria del azúcar y los científicos de Harvard, tras años de investigación respecto al rol de este producto en diversas patologías.