SANTIAGO.- Hace más diez años nació una plataforma que buscaba darle un lugar a las peticiones y solicitudes de la población, una voz aquellos que no la tenían. Desde un pequeño blog que tomaba cada vez más en cuenta los comentarios que recibía, decidieron cambiar el formato y entregarle una herramienta a las personas: así nació Change.org.
Seis años después, en 2012, este servicio llegó a Latinoamérica oficialmente. Si bien Change ya funcionaba de manera global desde sus inicios; hace cuatro años presentó su versión en español y en 2013 ya comenzó a trabajar localmente. Actualmente cuenta con oficinas en México, Brasil, Colombia y Argentina, de esta última se entrega directamente el soporte a Chile.
"Es una plataforma online que actúa de manera muy similar a una red social para que los ciudadanos puedan generar cambios a través de campañas y solicitudes", comenta a Emol la representante en Buenos Aires de Change.org, Victoria Emanuelli y añade que "la plataforma va mutando a través del tiempo para hacerla más accesible para las personas".
¿Cómo funciona Change.org?
"Aquí creemos que las peticiones online son una herramienta súper útil y poderosa, pero eso no significa que no se deban hacer otras cosas, como reuniones con las autoridades o manifestaciones", explica a Emol la representante argentina.
"Si bien las firmas no son vinculantes, porque a los firmantes no se les piden la cantidad de datos que se les solicitarían en otros organismos (que sí son vinculantes), lo que se genera con las firmas y los comentarios, es súper lindo, y representan un apoyo de la comunidad a las peticiones", añade Emanuelli.
En la plataforma cualquier persona puede crearse un perfil y comenzar una petición, recolectar firmas y enviarle una carta a la autoridad correspondiente para que se resuelva su caso o problema.
"Para quienes hacen las peticiones es súper importante el apoyo", comenta. "Algunos creen que están solos luchando contra un monstruo y luego se dan cuenta de que no están solos, que son muchos que tienen el mismo problema o están en la misma situación".
Respecto a situaciones complicadas, que puedan afectar negativamente a una persona en particular, explica que si bien "esta es una plataforma abierta, todas las (peticiones) que van en contra de los términos y condiciones pueden ser denunciadas".
"Cuando hay una denuncia, se revisa y si va contra los términos, se baja".
El impacto en Chile
En Chile, Change.org ya cuenta con más de un millón de usuarios que ha creado, firmado, apoyado y difundido diversas causas a lo largo de los años de existencia de la plataforma. Además, Emanuelli detalla que la participación en el país se destaca en la región.
"Chile es el quinto país con más usuarios de toda Latinoamérica", comenta la representante de la organización, sólo por detrás de los países que cuentan con sedes en su territorio.
"La idea es en el futuro tener gente a nivel local en Chile, al igual que en Uruguay, que actualmente se le da soporte a los usuarios desde Argentina", añade Victoria Emanuelli.
Según la compañía, en Chile se generan cerca de 300 peticiones cada mes, en diversas materias que buscan entregar una voz frente a las autoridades.
"Para nosotros, las peticiones son un termómetro del contexto del país", comenta. "En Chile hay una tendencia muy importante en salud, animales y justicia económica, como le denominamos nosotros, que es básicamente cómo afecta la economía a los habitantes", explica Emanuelli y añade que "el cuarto tema es el de ambiente, las minerías, las hidráulicas y el cuidado de los glaciares".
Además, también tomó mucha relevancia la campaña "Ni Una Menos", que busca erradicar la violencia contra la mujer. Desde Change explican que si bien no se trata de una campaña originada en Chile, sino que nació en Argentina, el público latinoamericano en general ha reaccionado bastante con estos casos.