El Mercurio (Imagen referencial)
CALIFORNIA.- Un equipo especializado de paleontólogos ha terminado con su trabajo de indexar las huellas dejadas hace cinco millones de años por mastodontes, camellos, caballos y gatos gigantes en un cañón remoto y secreto dentro del Valle de la Muerte en Estados Unidos.
Algunos científicos concuerdan que ya es momento de abrir "El Pasaje", como se conoce la zona entre los académicos de manera informal, al público general. Sin embargo, el Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos mantiene que primero necesitan trazar planes formales sobre la protección y cuidado de las huellas fosilizadas.
"Este cañón es realmente bueno, aquí tenemos huellas fosilizadas casi en cualquier lugar que se mire", comentó Torrey Nyborg, paleontólogo de la Universidad Loma Linda, quien estuvo en el equipo que concluyó con el inventario de las marcas y ayudó en la preservación de las mismas.
Este es uno de los depósitos de mamíferos prehistóricos y aves más grandes, diversos y mejor mantenidos de los que se tiene conocimiento, además, ofrece una imagen de la ecología en el Valle de la Muerte durante la época del Plioceno, según detalla el periódico Los Angeles Times.
En el reporte, se detalla que las huellas narran historias. Como la de un camello adulto con una cría recién nacida siguiendo de cerca sus pasos.
Actualmente, las autoridades han solicitado no dar la ubicación exacta del cañón, situación que han mantenido de 1940 para evitar que lleguen saqueadores a la zona o que las visitas turísticas destruyan las huellas.
El inventario que se terminó esta semana le tomó cerca de cuatro años a Nyborg, con la ayuda de cámaras de alta definición y coordenadas de GPS para determinar la ubicación precisa de los hallazgos.
Hasta ahora, los servicios de conservación del parque han permitido el ingreso al cañón de sólo 100 personas, pero el paleontólogo quiere cambiar esa situación.
"Este cañón ha estado en la oscuridad por demasiado tiempo", comenta Nyborg. "Me gustaría verlo abierto al mundo", puntualiza y detalla que "al final, su sobrevivencia dependerá de un fuerte apoyo del sector público con verdaderos planes de administración y protección".