OSLO.- Las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos probablemente van a bajar sin importar las políticas del presidente electo, Donald Trump, quien aún podría sorprender al mundo al adoptar acciones para limitar el cambio climático, dijo el ex vicepresidente Al Gore.
Gore, un activista del clima que encabezará esta noche una maratón televisiva de 24 horas sobre los esfuerzos globales para limitar el aumento de las temperaturas, dijo a Reuters que las empresas y estados de Estados Unidos reducirán las emisiones pese a las dudas de Trump de que el calentamiento global sea provocado por el hombre.
"Sólo las empresas, junto a los estados, casi garantizarán que cumplamos con las metas de reducción (establecidas por el presidente Barack Obama), sin importar las políticas que termine adoptando el nuevo presidente", afirmó Gore en una entrevista telefónica.
Obama quiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en entre un 26 y un 28 por ciento al 2025 desde los niveles de 2005, una meta a la que Trump se opone en su deseo por promover el empleo y fortalecer la seguridad nacional explotando más carbón, petróleo y gas natural en Estados Unidos.
Gore dijo que las empresas están descubriendo que tanto clientes como empleados, especialmente los más jóvenes, quieren productos más ecológicos y menos contaminantes. Y los precios de la electricidad derivada de la energía solar o eólica están cayendo debajo del costo de la energía con base en el carbón en muchos países.
El demócrata también dijo que era prematuro asumir que Trump, un republicano, cumplirá con promesas de campaña para derogar el Acuerdo Climático de París firmado en 2015 por casi 200 países, que apunta a poner fin a la era de los combustibles fósiles al cambiar a energía renovable en la segunda mitad del siglo.
"Es demasiado pronto para descartar la posibilidad de que el nuevo Gobierno sorprenda a gente como yo para bien", comentó Gore, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2007 por su trabajo para llamar la atención sobre los riesgos del calentamiento global.
Durante la campaña, Gore afirmó una vez que las políticas de Trump "nos llevarán a una catástrofe climática".
Trump desechó la idea de que el cambio climático provocado por el hombre sea un fraude, pero el 22 de noviembre dijo al diario New York Times que tiene una "mente abierta" sobre el Acuerdo de París, suavizando su postura.
Tras la victoria de Trump, casi 200 países reunidos en Marruecos reafirmaron su respaldo al Acuerdo de París y dijeron que existe el "deber urgente" de actuar para evitar olas de calor, la extinción de animales y plantas, inundaciones, sequías y el aumento del nivel del mar.