BARCELONA.- Los primeros humanos europeos, cuyos restos aparecieron en el yacimiento español de Atapuerca, no usaban fuego para cocinar alimentos y tenían una dieta equilibrada de plantas y carne, según una investigación dirigida por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de York.
La investigación, que publica The Science of Nature, se ha basado en pruebas de la placa dental de una mandíbula de hace 1,2 millones de años, que indican que estos primigenios seres humanos ingerían los alimentos crudos, lo que avala la hipótesis de que el uso intencionado del fuego aún no se habría producido.
En el análisis de los microfósiles incrustados en la placa dental de uno de los molares, los investigadores identificaron trazas de tejido animal crudo, granos de polen de una especie de pino, gránulos de almidón crudos que indican el consumo de plantas herbáceas gramíneas, fragmentos de insectos y esporas fúngicas.
Según la profesora de la UAB Karen Hardy, directora del estudio, "ninguno de los restos había sido sometido al fuego y tampoco se halló evidencia de la inhalación de microcarbón, lo que normalmente es un claro indicador de proximidad al fuego".
"Obtener pruebas de cualquier aspecto de la vida de los homínidos de hace más de un millón de años es un gran reto. En este estudio hemos podido demostrar que los europeos más antiguos de Europa entendían y explotaban su entorno para obtener una dieta equilibrada hace 1,2 millones de años, comiendo diversidad de alimentos y combinando plantas ricas en almidón -carbohidratos- con carne", señala Hardy.
El inicio del uso del fuego
El momento en que se empezó a usar el fuego para cocinar alimentos es un tema de controversia. Algunos investigadores lo sitúan alrededor de hace 1,8 millones de años, mientras otros sugieren que fue posterior, hace entre 300 mil y 400 mil años.
"En algunos yacimientos muy antiguos de África se han hallado posibles evidencias del uso del fuego. Sin embargo, la falta de pruebas en la Sima del Elefante de Atapuerca sugiere que este conocimiento no lo tenían los primeros homínidos que abandonaron el continente africano", explica Hardy.
"En Europa, las pruebas más antiguas del uso del fuego datan de 800 mil años, en el yacimiento de Cueva Negra", en España, agrega la científica y comenta que existen otras pruebas "poco después en Israel, en el yacimiento de Gesher Benot Ya'aqov".
Todo ello hace pensar al equipo que "el desarrollo de las técnicas para controlar y usar el fuego tuvo lugar entre hace 1,2 millones y 800 mil años, lo que revela una nueva cronología sobre cuándo los primeros humanos empezaron a cocinar los alimentos".
Según la investigadora, conocer cuándo se produjo el uso intencionado del fuego tiene implicaciones significativas para ayudar a entender la evolución humana, porque los alimentos cocinados proporcionan mayor energía y su uso para cocinar puede estar vinculado al rápido incremento en el tamaño del cerebro ocurrido a partir de hace 800 mil años.