SAN FRANCISCO.- La polémica prueba que está realizando Uber de sus vehículos autónomos en San Francisco acaba de sumar otro problema, luego que la compañía reconoció un problema en la programación de los autos que deja en peligro a quienes circulan por las ciclovías de la ciudad estadounidense.
La empresa de la aplicación de transporte inició la segunda etapa de sus pruebas de vehículos autónomos el pasado miércoles, luego de semanas de evaluación en Pittsburgh. El anuncio fue visto como un paso importante, debido a la gran cantidad de clientes que tiene Uber en San Francisco, el hogar de muchas de las empresas de tecnología.
Pero la prueba ha estado marcada por polémicas. Primero, porque no cuenta con los permisos correspondientes de la autoridad de tránsito de California, y ahora por este problema, confirmado por Uber a The Guardian.
Según describe el periódico inglés, los vehículos de la compañía han sido vistos virando de manera peligrosa sobre las ciclovías de la ciudad. Brian Weidenmeier, portavoz de la San Francisco Bicycle Coalition, y quien pudo probar el servicio antes de que fuera lanzado, indicó que vio dos instancias donde el auto de Uber giró hacia la derecha, cruzando sobre la ciclovía, pese a que la regulación de California indica que para virar en una calle donde hay una ciclovía, el auto debe entrar primero a ella y luego virar.
Weidenmeier aseguró que reportó este problema al equipo de ingeniería de Uber, pero que la empresa lanzó el servicio dos días después, sin una solución.
La empresa confirmó el problema, indicando a través de una vocera que sus ingenieros están trabajando para solucionar la falla en la programación. Además, agregó, se instruyó a los conductores humanos presentes en todas las pruebas que tomen control del vehículo cuando se haga un giro a la derecha en una calle que tenga ciclovías.
La semana pasada Uber fue criticada por iniciar la prueba de sus nuevos autos sin tener la autorización de la autoridad de tránsito, que ya ha sido entregada a otras 20 empresas. Anthony Lewandowski, jefe del programa de vehículos autónomos de la firma, indicó que las reglas no se aplicaban a su tipo de tecnología y que no pedir el permiso es "un importante tema de principios".