WASHINGTON.- A sólo un día de que Donald Trump asuma oficialmente como el nuevo Presidente de Estados Unidos, son decenas las acciones que se acumulan por parte de científicos y emprendedores tecnológicos para evitar que el nuevo mandatario pueda restringir el rol de la ciencia y la innovación en el país, y sus repercusiones en el mundo.
La más reciente fue una
carta firmada por al menos un centenar de investigadores británicos y enviada a la Primera Ministra de Inglaterra, Theresa May, para que resguardara la investigación científica, específicamente aquella referida al calentamiento global, y asegurara un plan de respaldo en caso de que Donald Trump no permita el análisis de datos con el nivel que se desarrolla actualmente.
Y es precisamente ese tema uno de lo que más ha causado preocupación en el mundo científico, ya que durante su campaña presidencial, Trump comentó en reiteradas oportunidades que
no cree en el cambio climático e incluso lo tildó como un invento de China para diezmar la producción en Estados Unidos.
Otro de los que ha hecho un llamado por mantener la investigación es Bertrand Piccard, uno de los pilotos que completó la vuelta al mundo sobre el avión Solar Impulse -la aeronave impulsada sólo con energía solar-, quien en una oportunidad señaló que "si niegas el cambio climático, si sólo quieres promover la economía y las finanzas, entonces no te preocupa el medio ambiente".
En el ámbito de la tecnología, al día siguiente de su triunfo en las elecciones presidenciales, los líderes de Silicon Valley, la capital de la innovación en Estados Unidos, se
unieron en una iniciativa que buscaba alertar sobre los problemas que podría significar la llega de Trump al poder.
En aquella oportunidad, un centenar de emprendedores y fundadores de importantes compañías como Apple, Twitter, eBay, entre otras, firmaron la misiva que postulaba que Trump sería "un desastre para la innovación".
Si bien no todos los líderes de las ciencias y la tecnología están temerosos sobre el futuro de la innovación y la investigación en el país, son cientos las personas que han mostrado sus reparos para el futuro.
Ante esto, fue el mismo Trump quien
solicitó un reunión con algunos líderes tecnológicos antes de su llegada a la Casa Blanca para conversar estas iniciativas y acercarse a estas compañías para solicitarles que continuaran los pasos que llevan hasta ahora y pedir una mayor inversión dentro del país, un llamado reiterado a Apple para que fabrique sus productos en territorio estadounidense.