Columna de Astronomía | Ser y no estar, el dilema de Plutón
Al final, ¿es o no Plutón un planeta? Vuelve la pregunta y se reaviva el debate en la comunidad científica.
19 de Abril de 2017 | 09:45 | Por Márcio Catelan
Por Márcio CatelanAcadémico del Instituto de Astrofísica de la U. Católica de Chile
Doctor en astronomía de la Universidad de São Paulo (Brasil), y fue investigador postdoctoral del Centro Espacial Goddard de la NASA y de la Universidad de Virginia (EE.UU.). Actualmente es profesor titular del Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, miembro del Centro de Astro-Ingeniería UC, lidera el área “Vía Láctea y Grupo Local” del Instituto Milenio de Astrofísica y es investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).
Por muchas décadas, desde su descubrimiento por Charles Tombaugh en 1930, Plutón disfrutó el estatus de planeta. Todos aprendimos que Plutón es el noveno planeta del Sistema Solar, y el más lejano (en promedio) del Sol. Pero esto cambió en agosto de 2006, cuando la Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en inglés) estableció una nueva definición del término "planeta", lo que rebajó a Plutón de condición a "planeta enano".
La IAU es la entidad que reúne a los astrónomos profesionales del planeta, y es la responsable de las definiciones oficiales utilizadas en el área. Cabe notar que su decisión no fue autocrática, sino el resultado del debate y de la aprobación de los astrónomos reunidos en su Asamblea General de 2006, realizada en Praga, República Checa. ¿Está Plutón entonces enfrentado a un dilema cuasi-Shakespeareano, entre "ser" un planeta, pero ya no "estar" clasificado como tal?
El estatus de Plutón en el "club planetario" empezó a derrumbarse luego del descubrimiento de Eris, ubicado incluso más lejos que la órbita de Plutón, y de tamaño comparable. Eris posee su propia luna, bautizada como Disnomia; Plutón, en cambio, tiene seis y la más grande es Caronte. Estudios futuros, con el Telescopio Espacial Hubble, perfectamente podrían descubrir más satélites de Eris. ¿Sería entonces Eris el décimo planeta? ¿O Plutón y Eris tendrían una naturaleza distinta? La segunda alternativa fue la elegida en 2006.
Si la nueva definición propuesta por ese equipo engancha, Plutón no solo recobraría su estatus planetario, sino que lo compartiría con un gran número de objetos del Sistema Solar
Márcio Catelan
Según la nueva definición, un planeta no solo debe orbitar el Sol y tener forma aproximadamente esférica, sino que también haber logrado "limpiar" su órbita. Justamente por encontrarse inmersos en un vecindario tan "sucio" como el Cinturón de Kuiper (con un gran número de objetos remanentes de la formación del Sistema Solar), a Plutón y Eris se les asignó la categoría de planetas enanos. El mismo destino tuvo Ceres, cuyo diámetro es muy similar al de Plutón, pero que está ubicado en el Cinturón de Asteroides, entre las órbitas de Marte y Júpiter. Ceres, desde su descubrimiento en 1801 por Giuseppe Piazzi y hasta mediados de ese mismo siglo, también estuvo clasificado como planeta, hasta que los astrónomos se percataron que se trataba simplemente del más grande entre muchos asteroides. Completan la lista de planetas enanos Makemake y Haumea, también en el Cinturón de Kuiper.
Sin embargo, no todos los astrónomos quedaron conformes con la decisión de la IAU, y las espectaculares imágenes obtenidas con la sonda New Horizons de la NASA, que se acercó a Plutón en julio de 2015, han brindado nuevos ánimos para cuestionarla. Según esas imágenes, lejos de ser un "trozo de hielo muerto", Plutón es un objeto celeste fascinante, con una geología compleja, un océano subterráneo, y una atmósfera estratificada. Es en ese contexto que un grupo de astrónomos, que incluye a varios de los científicos involucrados en la misión, hace pocos días propusieron una nueva definición de planetabasada en aspectos geofísicos, en vez de orbitales como en el caso de la actualmente vigente.
Si la nueva definición propuesta por ese equipo engancha, Plutón no solo recobraría su estatus planetario, sino que lo compartiría con un gran número de objetos del Sistema Solar, incluso más allá de los ya mencionados Eris, Ceres, Makemake y Haumea. Como lo señalan los autores del trabajo, ya no serían 8 o 9 los planetas del Sistema Solar, sino ¡del orden de 110! Así, para tristeza de los nostálgicos, si es que Plutón volviera a llamarse planeta, difícilmente volvería a gozar el mismo estatus que tuvo durante el siglo XX, como miembro de un pequeño y muy selecto "club planetario".