LA HABANA.- Cuba registró en 2016 más de un 31% de superficie boscosa, superior en 0,5% al año anterior, lo cual ratifica el incremento progresivo del índice de reforestación, incluido en un plan de acción de la isla para enfrentar el cambio climático, informan medios oficiales.
De acuerdo al estatal diario Granma, el 69% del área forestal cubana está clasificada como "bosques de protección y conservación", lo cual favorece "una mejor atención a tan preciado patrimonio", informaron directivos del ministerio cubano de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
Recientemente Cuba detalló su plan "Tarea Vida", aprobado por el Consejo de Ministros en abril, que incluye a la reforestación como una medida para la protección de los suelos y el agua. Esta iniciativa abarca cinco acciones estratégicas y once tareas diseñadas para minimizar los efectos del cambio climático sobre la isla, que actualmente sufre una de las sequías más intensas de los últimos 110 años.
Las autoridades del Citma señalaron el pasado lunes que la línea de costa es el "escenario más frágil", de ahí que la "Tarea Vida" prohíba la construcción de nuevas viviendas en asentamientos costeros considerados vulnerables y la reducción de áreas de cultivo próximas al mar.
De las 499 playas del archipiélago cubano evaluadas en un inventario inicial, el 82% tiene indicios de erosión, y el nivel del mar ha subido 6,77 centímetros como promedio desde 1966, un proceso que se ha acelerado en los últimos cinco años, según datos oficiales.
Para la isla es necesario "actuar inmediatamente" ante el cambio climático, que ha causado que la temperatura media anual aumente en 0,9 grados Celsius, lo cual unido a la escasez de lluvias pronostican que para el año 2100 la disponibilidad del agua se reducirá en un 37%.
Frente a esto, el Gobierno de la isla planea asegurar la disponibilidad y el uso eficiente del agua, como parte de la estrategia de enfrentamiento a la sequía.
El Consejo de Ministros de la isla también aprobó medidas para reducir el deterioro, rehabilitar y conservar los arrecifes de coral, además de programas vinculados a la energía renovable, la eficiencia energética, la seguridad alimentaria y el turismo sostenible, una de sus principales fuentes de ingreso.