LUIZHOU.- El veloz crecimiento económico chino ha provocado severos problemas ambientales, los que están siendo combatidos con iniciativas como esta que se está desarrollando en la prefectura de Luizhou, al sur del país.
No se trata simplemente de construir edificios y plantar muchos árboles alrededor, sino que literalmente los propios edificios se convierten en gigantescas jardineras. Los bocetos del proyecto muestran construcciones curvas con grandes terrazas cubiertas de árboles y arbustos, así como vías de transporte flanqueadas por árboles.
Esta moderna Babilonia nació de las mentes creativas del estudio Stefano Boeri Architetti, que ya había llevado adelante proyectos similares, aunque a menor escala, en Nanjing y Milán.
La ciudad-bosque recién comienza a ser construida, pero cuando esté terminada hacia 2020, cubrirá 175 hectáreas donde prosperarán más de un millón de plantas de más de 100 especies, entre las cuales hay más de 40.000 árboles. En total, se estima que esta masa vegetal producirá unas 900 toneladas de oxígeno al año.
Al mismo tiempo absorberá 10.000 toneladas de dióxido de carbono cada año. Además, también ayudarán a retirar del aire 57 compuestos contaminantes.
Además, de acuerdo a los arquitectos, la mayor parte de la electricidad que alimentará este reducto verde provendrá de fuentes de energía renovables, como paneles solares.
