SAN SEBASTIÁN.- Científicos de un centro español han logrado deducir el tamaño de animales que vivieron hace millones de años a partir del estudio de una proteína que ha sido reconstruida en el laboratorio, en lugar de tomar como punto de partida un fósil.
La investigación, dirigida por el investigador Raúl Pérez-Jiménez, del grupo Nanobiomecánica del centro CIC nanoGUNE de San Sebastián, ha sido publicado por la revista Nature Structural & Molecular Biology.
La proteína analizada ha sido la titina, presente en los músculos de todos los animales vertebrados y que actúa como un muelle, ya que se despliega y vuelve a su estado original.
Según explica Pérez-Jiménez, la evolución de las proteínas se ha estudiado desde muchos puntos de vista, como la estabilidad térmica, su función, la estructura, "pero no se había analizado nunca la evolución de sus propiedades mecánicas".
Para la investigación se eligieron más de treinta animales de diferentes grupos y tamaños, tras lo cual calcularon las secuencias "más probables de la proteína titina de cuatro ancestros comunes".
Tras este trabajo, los investigadores "sintetizaron el fragmento más elástico de las proteínas en el laboratorio" y plantearon que "podía haber relación entre las propiedades mecanoquímicas de la titina y el tamaño de los animales".
Pérez-Jiménez comprobó que "los animales más grandes tenían proteínas menos estables" y al contrario, lo que permitió predecir el tamaño de los ancestros.
Posteriormente, se compararon los resultados con los registros fósiles y la bibliografía científica existente y vieron que coincidían bastante.
El hallazgo "podría no ser sorprendente, ya que se puede considerar que es una información que ya se conocía, pero lo novedoso es que no fue utilizado un fósil, sino que se partió de una proteína reconstruida, una información puramente orgánica", remarca el investigador.
"Lo interesante es que se ha visto cómo ha ido cambiando la titina a lo largo de la evolución y cómo ha podido ser reconstruida", concluye.