SANTIAGO.- En lo que va del año, una organización privada que asiste a pacientes que solicitan la eutanasia en Holanda se encuentra recibiendo un alto número de demandas, viendo sobrepasada su capacidad de atender todos los casos.
Cerca de 2 mil solicitudes han llegado a la única clínica dedicada en forma exclusiva a esta práctica, número que triplica el obtenido en 2012, año en que abrió sus puertas.
"Actualmente contamos con 52 equipos formados por un médico y una enfermera que se desplazan al lugar del paciente. Con la creciente demanda, en un año necesitaremos el doble de personal, un centenar de equipos" aseguró a la agencia EFE Annerieke Dekker, vocero de la Clínica para Morir (Levenseindekliniek en neerlandés), ubicada en La Haya.
Esta organización privada asiste a pacientes cuyos médicos de cabecera no desean o no pueden practicar la eutanasia alegando falta de tiempo o motivos éticos. En su mayoría se trata de personas con demencia o algún tipo de enfermedad psiquiátrica, casos todo ellos complejos pues en muchas ocasiones la voluntad expresa del paciente no está clara.
"Para los pacientes con demencia y otras enfermedades psiquiátricas, es muy difícil determinar si toman la decisión de forma consciente y voluntaria. Por eso nuestros médicos valoran que el resto de criterios se cumplen", explicó Dekker.
Entre esos criterios figura padecer un dolor insoportable y sin perspectivas de curación y además se analiza la situación en la que la persona ha pedido morir: si lo hizo hace dos semanas o hace tres años y si ésta se produjo antes de que se desarrollara la enfermedad.
Hasta agosto de 2017, de las 2 mil solicitudes recibidas se han aprobado 650. El resto se han denegado por no responder a los requisitos que establece la ley.
Si bien para Dekker el exceso de demanda se debe a una mejora de la información sobre la ley, para la miembro del programa médico de apoyo y asistencia a la eutanasia Marianne Dees es una consecuencia de la falta de responsabilidad de los médicos hacia sus pacientes, pues "acompañarles en este proceso requiere mucho tiempo, algo que los médicos más jóvenes, sobrepasados, prefieren no hacer".
Desde que en 2002 Holanda se convirtiera en el primer país del mundo en legalizar la eutanasia, el estricto marco legal dentro del que se practica ha evitado que surjan casos polémicos, si bien los de demencia o enfermedades psiquiátricas siguen generando debate.
En los últimos años, el número de eutanasias ha aumentado en todo el país llegando a representar el 4% de los fallecimientos contabilizados en 2016, la mayor parte de ellos enfermos de cáncer a los que su médico les practicó la eutanasia.