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Revisamos el iPhone X: La reinvención del teléfono de Apple en su décimo aniversario

El más reciente iPhone presenta un cambio radical, la eliminación del botón de inicio, que genera importantes cambios en la interacción con el equipo y sus contenidos.

16 de Diciembre de 2017 | 08:54 | Emol
SANTIAGO.- La generación 2017 del iPhone está completa. Después del estreno del iPhone 8 en noviembre, finalmente llegó a Chile el iPhone X, el modelo que celebra los 10 años de vida del smartphone de Apple y que busca reinventar el concepto con el cambio más radical que ha visto la línea desde su estreno en 2007.

¿Cuál es? La eliminación del botón de inicio, un concepto que se ha mantenido fijo en cada iteración del teléfono y que está vinculada con muchas de las interacciones con el dispositivo: volver al inicio, abrir el menú multitasking, desbloquear el teléfono, sacar pantallazos, validar compras, entre otros. Todo eso cambia con el iPhone X, que adopta un look al estilo de la industria en 2017, con una pantalla que cubre casi por completo su parte frontal.

Todas esas funciones del botón son reemplazadas con gestos y nuevas tecnologías. Así, el iPhone X usa la parte inferior de la pantalla como su base: para volver al inicio se desliza el dedo desde ahí hacia el centro, para abrir el multitasking es el mismo gesto pero sumando una pausa, y para cambiar entre una app y otra se puede deslizar el dedo hacia los lados. Es cierto que con esto se crea una curva de aprendizaje, pero son cambios que en el uso se asumen rápido.

El cambio en la parte frontal del equipo forzó una serie de modificaciones, permitiendo un display más grande (5,8 pulgadas, versus las 4,7 del iPhone 8 y las 5,5 del modelo 8 Plus) pero en un cuerpo que es más cercano al iPhone 8 en tamaño, es decir, hay un mejor uso del espacio. También se deja de lado la tecnología IPS de la pantalla, pasando al cada vez más popular OLED, que entrega una mejor reproducción de color aunque está por verse si se logra evitar el efecto de "quemado de pantalla" que pueden sufrir este tipo de displays.

En cuanto a diseño, tal como ocurrió con la generación 8, se sumó vidrio adelante y atrás (Apple se refiere a él como "el vidrio más resistente de la industria", pero no hay engañarse: si se cae, se quiebra) para habilitar carga inalámbrica. Para unirlas, se incluyó una estructura de acero inoxidable.

La eliminación del botón de inicio también obliga a reemplazar el lector de huella dactilar TouchID, y para ello debuta FaceID, un sistema de reconocimiento facial basado en sensores infrarrojos y un proyector de puntos que está ubicado en la parte superior de la pantalla (el segmento negro conocido en la red como "notch"). FaceID funciona como se promete: el proceso de configuración es extremadamente simple y el reconocimiento es exitoso en la gran mayoría de los casos (el uso de anteojos de sol parece ser la principal excepción), pero hay que reconocer que TouchID era más rápido en el desbloqueo y el reconocimiento facial necesita tener el iPhone a cierta distancia de la cara.

Otra novedad relacionada a esto son los Animoji, emoticones animados para iMessage que captan el movimiento de la cara de los usuarios para crear pequeños clips de video de hasta 10 segundos. Es la función de software más atractiva del iPhone X, pero aunque los videos pueden ser exportados para ser enviados por WhatsApp, el hecho de que estén limitados a iMessage probablemente hará que su uso en Chile y Latinoamérica (donde WhatsApp es la plataforma de mensajería más popular) sea menor.

La experiencia de uso no presenta problema alguno. El iPhone X usa el chip A11 Bionic, el mismo que impulsa al iPhone 8, sin demora en la apertura de aplicaciones ni problemas de rendimiento, algo que se nota de manera particular en aplicaciones de realidad aumentada, un nuevo foco de interés para la firma. Esto está asistido por las cámaras del X, las mismas que tiene la generación 8 sumando dos novedades exclusivas: estabilización óptica de imagen en el segundo lente de la cámara trasera -clave para la grabación de videos, y que en modelos anteriores sólo ha llegado a uno de los lentes- y modo de retrato en la cámara frontal, además de incluir la misma función en la trasera, tal como lo hace el 8 Plus.

A esto hay que sumar detalles pequeños pero útiles como parlantes stereo con buena reproducción de sonido, carga inalámbrica, carga rápida (aunque requiere la compra de un enchufe particular y un cable Lightning a USB-C), una autonomía de batería que permite llegar al final del día sin preocupaciones y en muchos casos da hasta media jornada más, y almacenamiento que parte en 64 GB.

Todo esto suena muy bien hasta que llegamos al punto del precio, una de las razones por las que este teléfono ha acaparado titulares. El iPhone X parte en Chile en $950 mil (sin estar vinculado a un plan de telefonía) por la variante de 64 GB, un monto alto para lo que, en el fondo, sigue siendo un smartphone. Es un precio premium para un teléfono premium (más allá de cualquier rumor que dice que el precio fue fijado para controlar la demanda). Así, el público objetivo del X -o al menos el que puede adquirirlo- es menor.

¿Es recomendable el iPhone X? Para quien puede comprarlo, sí. Es un muy buen teléfono, que presenta lo que Apple estima será el futuro del smartphone: una pantalla que cubre casi totalmente el frente del teléfono, buenas cámaras, carga inalámbrica, entre otras funciones. Quienes puedan acceder a él no se decepcionarán. Pero tampoco es un modelo absolutamente necesario. El iPhone 8 tiene un precio más bajo (no se puede aplicar el término "económico" a un smartphone cuyo precio parte en $650 mil) y ofrece un rendimiento y características similares, aunque claro, sin la novedad en diseño y sin funciones como los Animojis. Como definición de una postura para el futuro, el iPhone X es muy efectivo, y es de esperar que esas definiciones logren pronto un mayor alcance.
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