LOS ÁNGELES.- Cinco días tardó el CEO de Tesla y SpaceX en vender las 20 mil unidades de su cuestionado lanzallamas, parte del merchandising disponible de la firma de túneles subterráneos The Boring Company. Este dispositivo -que no es considerado un arma según las autoridades estadounidenses- de fabricación en blanco y negro y capaz de emitir una llama de menos de tres metros causó un extraño fenómeno en Estados Unidos.
Cuando Elon Musk bromeó sobre la fabricación de un lanzallamas en su cuentas de Twitter, muy pocos de sus seguidores lo tomaron en serio. Sin embargo, unos pocos meses después el multimillonario demostró que sus publicaciones en la red social deben ser consideradas.
Con un valor referencial de 500 dólares (a lo que se le debe sumar el impuesto), Elon informó en su cuenta de la red social de 280 caracteres, que las 20 mil unidades que habían sido puestas a la venta a través del sitio web de la compañía se han agotado en sólo cinco días desde su primer anuncio.
Esto equivale a ventas por 10 millones de dólares, dinero que seguramente será utilizado para la fabricación de estos lanzallamas que no serán entregados a sus dueños hasta la primavera boreal, es decir, no antes del 21 de marzo.
Además, el emprendedor informó que cada una de estas unidades tendrá un número de serie para ser identificada, al igual que ocurre con las armas tradicionales, y será entregada junto a extintor.
Tras la noticia de que Musk comenzaría a vender el lanzallamas, un miembro de la Asamblea de California, el demócrata Miguel Santiago, puso en marcha una legislación para prohibir su venta debido a que considera que se transformarán en un problema para las autoridades y los cuerpos de Bomberos de la ciudad.
