SYDNEY.- Expertos en biología marina instaron a las autoridades australianas a proteger los arrecifes naturales de moluscos del país, debido a la constante amenaza de estos seres producto del cambio climático y la presente disminución de su hábitat desde la colonización británica hace 230 años.
Durante los últimos tres años, científicos australianos han trabajado para salvar los arrecifes de coral del aumento de las temperaturas del océano y ahora los expertos suman una nueva causa en su batalla, ya que en el pasado, estas zonas también se encontraban repletas de ostras y mejillones, situación que ya no es común en la isla.
En el pasado, se encontraban ecosistemas complejos, que proporcionaban un hábitat y alimentos a otras especies de invertebrados y peces, al tiempo que filtraban el agua y protegían las costas.
"Ya sabíamos que los arrecifes de moluscos estaban mal en el mundo, con la pérdida o el grave deterioro del 85% de ellos", explica Chris Gillies, director del estudio e investigador de la ONG Nature Conservancy. Sin embargo, el investigador destaca que "nuestro estudio confirma que en Australia la situación es aún peor. Apenas queda el 1% de los hábitats de ostras planas y el 10% de los hábitats de saccostrea".
Ian McLeod, científico del Centro de Investigación de Aguas Tropicales y Ecosistemas Acuáticos de la Universidad James Cook, asegura que el fenómeno se desconoce, a diferencia del blanqueo que afecta a la Gran Barrera de Coral, una joya inscrita en el patrimonio de la Unesco.
"Es cierto que la Gran Barrera y otros arrecifes coralinos están amenazados, pero los arrecifes de moluscos fueron los que más sufrieron en realidad", dice. "La mayoría había desaparecido antes de nuestro nacimiento, así que la gente no sabe que los perdimos".
