WASHINGTON.- La capacidad fluctuante de la corteza oceánica para almacenar dióxido de carbono afecta al ciclo geológico de este gas, que mantiene la habitabilidad de la Tierra, según un estudio publicado esta semana en la revista Science Advances.
Geocientíficos de la Universidad de Sydney descubrieron que la eficiencia del proceso de meteorización del fondo marino, cuyos minerales capturan carbono en su estructura, depende de la temperatura del agua en esa región del océano. Así, cuánto más caliente está el agua, más dióxido de carbono se almacena en la corteza oceánica.
Para descubrir cómo este proceso contribuye al ciclo lento del carbono, el equipo de investigadores reconstruyó la temperatura media del agua del fondo de los océanos a lo largo del tiempo y la conectó a un modelo informático global para la evolución de la corteza oceánica en el pasado.
"Esto nos permitió calcular la cantidad de dióxido de carbono que se almacena en cualquier trozo de corteza creado por la expansión del lecho marino", sintetizó el profesor Dietmar Müller, coautor de la investigación.
Esta conexión, hasta ahora desconocida, reveló que la capacidad de la corteza oceánica para almacenar dióxido de carbono cambia con el tiempo, en ciclos regulares de aproximadamente 26 millones de años.
La profesora Adriana Dutkiewicz explicó que el modelo tectónico de placas utilizado también les permitió rastrear las amplias zonas de subducción, causada por dos fuerzas tectónicas. En estos lugares, la corteza y su calcita se reciclan al manto de la Tierra, liberando una porción del dióxido de carbono en la atmósfera a través de los volcanes, según palabras de Dutkiewicz.
Los científicos concluyeron que una mejor comprensión del lento ciclo del carbono ayudará a predecir cómo reaccionará la Tierra ante el aumento inducido por el hombre del dióxido de carbono en la atmósfera.