Las emociones priman
Para el comunicador científico, autor del libro “La ciencia pop” y académico adjunto de la Universidad Andrés Bello, la película dirigida por Christopher Nolan va más allá de la ciencia. Si bien explica de manera muy gráfica la presencia de agujeros negros, las emociones que transmite son fundamentales para considerarla una buena película.
León explicó que “es una película que está vinculada con ciencia, que muestra a un experto en astrofísica, pero los elementos emotivos de la película siguen estando por sobre los elementos científicos”.
“Aborda un tema científico que tiene que ver con la dilatación del tiempo, y estos viajes interestelares, y la búsqueda, porque además parte con un hecho de que la vida en la Tierra está amenazada, pero más allá de los aspectos que están relacionados con la ciencia, creo que desde el punto de vista cinematográfico es una gran película”.
Toda la física mostrada en el relato, protagonizado por Matthew McConaughey, fue supervisada por el físico Kip Thorne, quien le exigió a Nolan que nada mostrado en la película podía ir en contra de las leyes físicas. De esta manera se buscó representar la relatividad general, dilatación temporal, agujeros negros y paradojas asociadas a viajes en el tiempo.
Una realidad de la ciencia
La película de 1997, dirigida por Robert Zemeckis, muestra el interés de generar una conexión con planetas lejanos y el conflicto por conseguir recursos para la investigación. Es por eso que la astrónoma Dra. Ellie Arroway, interpretada por Jodie Foster, se enfrenta a situaciones que se asemejan con la realidad para realizar su objetivo, comprobar la vida fuera del planeta.
La astrónoma nacional y premio Nacional de Ciencias Exactas en el año 1997, María Teresa Ruiz, consideró esta adaptación cinematográfica del libro, publicado por Carl Sagan en 1985, como una que ella recomendaría.
“Me gustó el hecho de que mostraran muy bien la relación entre científicos y aquellos que están encargados del financiamiento de la ciencia, que tienen un objetivo y manera de pensar distinta de la que piensa el científico.
Además, la presidenta de la Academia Chilena de Ciencias destacó que “la actriz que hacía de científica se veía como una mujer que podría ser cualquier joven”, lo que consideró atractivo, ya que “una joven podría verse reflejada en esa personalidad y eso era bueno”.
La ética de los genes
Ambas películas muestran modificaciones genéticas en sus personajes. Para Jorge Babul, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, “es un punto bastante interesante, que no se ha discutido en la actualidad los aspectos éticos”.
Para Jorge, “la edición génica para humanos está muy cerca, pero no ha habido suficiente discusión” y estos largometrajes son una forma de cuestionarse eso.
“En la película 'Gattaca' se trata de ingeniería genética de manera que los hijos de uno tengan mejor salud, mejores oportunidades, etc. Entonces se trata de las competencias de un niño con otro que han sido modificados genéticamente y que tiene que competir con ello. Un aspecto que podría ser bastante real en el futuro”.
“'Charly' se trata de una persona que tiene un retraso mental y quiere ser como los demás y lo logra hacer tras una serie de experimentos”, indicó Babul, quien además agregó que “está película me marcó por un aspecto muy importante y que tiene que ver con una frase que se dice en la película: No hay mayor satisfacción, alegría, que el momento mismo, ese momento fugaz en que se da cuenta que logró resolver un problema".
Descubrir futuros posibles
Millarca Valenzuela era una joven estudiante de geología que vino de Antofagasta a Santiago cuando vió por primera vez “Solaris”. En el cine Normandie, ubicado en la calle Tarapacá, Millarca asistió a un ciclo de películas de Tarvkosky, y destacó esta entrega como una de las mejores que ha visto que esté vinculada a la ciencia.
La película de ciencia ficción “Solaris”, de Tarkovsky, estrenada en 1972, se centra en la visita a un nuevo mundo, el cual trastorna a los tripulantes de las misiones. Por lo que envían a un psicólogo a descubrir por qué.
Para la curadora del Repositorio Nacional de Meteoritos del Servicio Nacional de Geología y Minería, la trama del relato se enfoca en que “descubren que la vida de ese planeta es el mismo océano. Que el océano es un ser vivo completo y que tiene ciertos poderes en la psiquis de los hombres”.
“Eran temáticas que rondaban mucho en mi cabeza en esa época. También vi Blade Runner. Todas esas películas me hacían experimentar parte de los que eran mis cuestionamientos acerca de imaginar futuros posibles”, comentó la científica.
Un llamado a tomar conciencia
Para Juan Armesto, director del Instituto de Ecología y Biodiversidad y académico de la Universidad Católica, el cambio climático es un tema preocupante. Por la misma razón considera que ‘El día después de mañana’, “es una llamado de atención y es entretenimiento”.
Si bien es una película de ciencia ficción, el doctor en ciencias biológicas considera que “no deja de ser apremiante la situación desde el punto de vista de la ciencia, respecto a las consecuencias que puede tener un impacto antropológico en todo lo que está ocurriendo con el clima en el mundo”.
“Es un llamado a tomar conciencia sobre que nosotros tenemos impactos que muchas veces los despreciamos porque nos parecen muy lejanos o muy poco evidentes, pero están ocurriendo alrededor de nosotros permanentemente”, indicó el científico.
En base a esto, Armesto manifestó que “necesitamos preocuparnos del tema del cambio climático y esa película lo pone al alcance de cualquiera que lo vea como problema”.