SANTIAGO.- Durante su tesis de grado, Mario Olivares, investigó una manera para capturar las señales eléctricas generadas por los músculos. De esta manera, empezó a trabajar en una prótesis biónica que acondiciona el movimiento generado por la contracción muscular.
El invento, que tiene un peso máximo de 700 gramos fue desarrollado gracias a la tecnología de impresoras 3D, y fue financiado por la Clínica IV Centenario y MedClinic. La mano biónica, que tiene el aspecto de un guante, se ajusta al antebrazo y posee una caja que almacena los circuitos necesarios para funcionar.
Según detalla
LUN, Olivares fijó tres electrodos a la musculatura. Estos logran
detectar el movimiento de la contracción muscular y transformar estos en una señal eléctrica. El proceso de adquisición de estas señales es denominado electromiografía.
Posteriormente, un microcontrolador recibe las señales que fueron procesadas y depuradas para poder acondicionar el movimiento en la mano biónica.
Actualmente, la mano robotizada tiene la capacidad de juntar el pulgar y el dedo indice, en forma de tenaza, que permite la capacidad de escribir. También es posible juntar todos los dedos, entregando la opción de agarrar objetos.
Por ahora, se prevé que la producción de estas prótesis comience en septiembre, luego de que sea probada en pacientes reales, que hayan sufrido de alguna amputación.