LONDRES.- Las precipitaciones en California, en la costa oeste de Estados Unidos, serán más volátiles en el futuro y la región transitará de sequía a lluvias extremas con una mayor asiduidad, según un estudio publicado este lunes en la revista Nature Climate Change.
Este estado, el de más población del país norteamericano, ha registrado cambios hidrológicos notables en los últimos años: entre 2010 y 2016 sufrió la peor sequía de su historia y en el invierno sucesivo las lluvias torrenciales ocasionaron grandes inundaciones.
El efecto más notorio de este periodo fue en la presa de Oroville, la mayor del país, que obligó a la evacuación de más de 200 mil residentes de la zona norte del estado por el riesgo de desbordamiento, en febrero de 2017.
La investigación, dirigida por Daniel Swain, del Instituto de Medioambiente y Sostenibilidad de la Universidad de California, se centró en estas transiciones anuales de extrema sequía e inundaciones, acontecimientos que denominaron "precipitaciones latigazo" y que podrían cambiar el futuro de California como consecuencia del cambio climático.
Los expertos realizaron simulaciones de las próximas alteraciones en el clima a partir de unos modelos generados por el Community Earth System Model Large Ensemble, un sistema que realiza estimaciones periódicas de las variaciones climáticas.
La publicación predice un aumento del 25% en la frecuencia de las "precipitaciones latigazo" hacia el final de este siglo en el norte del estado y un incremento del 100% en el sur, debido al aumento de los extremos húmedos.
Esta acentuación provocará también una multiplicación, de más de tres veces, de eventos subestacionales, en cifras comparables a la gran inundación de California de 1862, según el estudio.
La intensificación del ciclo del agua incrementará la presión de la infraestructura californiana para hacer frente a la falta de agua en periodos de sequía y prevenir las inundaciones en los momentos de grandes precipitaciones acuosas.