SANTIAGO.- “¿Eres un perezoso como tu muchacho?”, interroga fijamente un joven a la cámara mientras se apunta el pecho. Y continúa: “¿Odias tener que escribir ensayos para el colegio o la universidad?”. Con estas dos preguntas, un youtuber estadounidense expuesto por la BBC introduce EduBirdie, un servicio de redacción que apunta a estudiantes de todo el mundo y que tiene alerta a la plataforma de reproducción de videos.
En la práctica, la compañía ucraniana que fue difundida por más de 250 canales en la plataforma comercializa ensayos para estudiantes desesperados. Según su propia descripción, sigue los “principales estándares” y se adapta a las “directrices” de las instituciones contra el plagio.
“Está claramente mal porque está habilitando y normalizando el engaño potencialmente a escala industrial”, señaló enfáticamente el Ministro de Universidades de Inglaterra, Sam Gyimah.
Posterior a este reportaje, publicado el 1 de mayo, YouTube notificó a los influenciadores que eliminaran sus videos ya que no cumplían con sus políticas y promovían el comportamiento deshonesto. De esta forma, al igual que el pirateo, las armas, las drogas o los documentos falsos, se prohibieron las “Ayudas Académicas”, que se definieron como los servicios en los que alguien toma un examen para otra persona y proporcionan tesis personalizadas.
Tomadas las medidas por la red social, la empresa matriz de EduBirdie señaló en una declaración que les dio a los “influencers libertad total sobre cómo preferían presentar la plataforma” a su público. Un universo que sumó más de 700 millones de reproducciones y que consideraba incluso a presentadores de 12 años.
