CAMBRIDGE.- La conducción autónoma es una tema que se ha tomado la industria tecnológica y automotriz en el último tiempo y que se proyecta como uno de los principales avances en el futuro próximo. Sin embargo, todos los modelos que se han presentado a la fecha requieren de complejos mapas en tres dimensiones -además de diversos sensores- para operar. Hasta ahora, que un grupo de investigadores del MIT logró resolver la tecnología de otra forma.
Con el uso de un Lidar, el necesario GPS y algunos otros sensores, los investigadores lograron dejar atrás estos mapas y hacer funcionar un vehículo autónomo en calles rurales, zonas en que generalmente los mapas 3D no llegar a realizarse.
El sistema creado por el MIT se llama MapLite y está a cargo de miembros el Laboratorio de Ciencias Computacionales e Inteligencia Artificial (Csail, por sus siglas en inglés). Con esta tecnología, el vehículo es capaz de combinar la información extraída desde GoogleMaps (con su ubicación GPS) y los datos que obtiene en tiempo real a través de sensores, para así determinar qué hacer frente a peatones u otros objetos que se crucen en la vía.
Con la suma de estos datos, el automóvil fija dos destinos, uno final, que es donde se detendrá; y uno llamado "objetivo de navegación local", que debe estar dentro del campo visual del vehículo y que es dónde se dirige inmediatamente y el punto hacia donde los sensores crean una ruta. Así continúa avanzando de manera fluida hasta llegar hasta el final del camino.
Gracias al uso del Lidar, es capaz de establecer una ubicación aproximada de dónde se encuentran los límites de las calles rurales y así trazar el camino correcto para el objetivo final.
Este desarrollo, permitiría llevar a cabo una de las solicitudes realizadas por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien insistió en la necesidad de -cuando esta tecnología esté lista- llevarla a zonas rurales, para así evitar una brecha de desarrollo en el país.
