El Mercurio (imagen referencial)
WASHINGTON.- Una nueva red de comunicación cuántica ha visto la luz de acuerdo a un estudio publicado esta semana por la revista Science. Se trata de un trabajo de investigadores de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, que utilizó diamantes sintéticos en la fabricación de su red.
Esta tecnología, que ha sido catalogada por los científicos como "la forma más segura de contactar a alguien" difiere de las redes tradiciones, que consisten en repetidores que almacenan y retransmiten las señales, en que se basan en la unidad mínima de la computación cuántica: los cúbits.
La autora principal y académica de la casa de estudios norteamericana, Nathalie de León, detalló que estos diamantes podrían hacer de repetidores cuánticos: "La idea de un repetidor cuántico ha existido por mucho tiempo, pero nadie sabía cómo construirlos. Estábamos tratando de encontrar algo que actuara como el componente principal de un repetidor cuántico".
Para esto, el material a utilizar debía ser capaz de almacenar y trasferir cúbits. Para transferir estos datos, la mejor manera encontrada, hasta la fecha, es codificarlos en partículas de luz, llamadas fotones.
La complejidad que presenta transmitir información en fotones es que en una fibra óptica pueden viajar sólo distancias cortas antes de que sus propiedades cuánticas especiales se pierdan y la información se codifique: es difícil atrapar y almacenar un fotón, que -por definición- se mueve a la velocidad de la luz.
El rol de los diamantes sintéticos
Para solucionar este problema, de León y su equipo investigaron si los diamantes podrían ser una buena fuente de almacenamiento al transferir los fotones a los electrones, que son más fáciles de guardar.
El lugar para llevar a cabo esta transferencia fueron los defectos dentro del diamante, lugares donde otros elementos, además del carbono, quedan atrapados en la red de carbono del diamante.
Para los investigadores de Princeton, estos centros de color, como se llaman las impurezas, representan una oportunidad para manipular la luz y crear un repetidor cuántico.
A través de varias iteraciones de ingeniería de materiales, más análisis realizados en colaboración con científicos del Instituto Gemológico de Estados Unidos, el equipo produjo vacantes de silicio neutro en diamantes, los que pueden ser aprovechados para transmitir información cuántica.
Con esta metodología, además, se le entrega un nuevo nivel de seguridad a los usuarios, ya que se podrá verificar la encriptación de los mensajes para evitar que sean leídos por terceros.