WASHINGTON.- Durante la Guerra Fría, uno de los "campos de batalla" que enfrentaba a Rusia y Estados Unidos era la carrera espacial, la capacidad de poner un hombre fuera de la Tierra y después en la Luna. Si bien la llegada de Neil Armstrong al satélite sella el triunfo de los norteamericanos, para lograr esto se necesitaron muchas grandes mentes enfocadas en un avance tecnológico que muchos no creían posible en la época. Entre todas esas cabezas, una destaca: Katherine Johnson, quien este domingo cumplirá un giro más en torno al Sol, el número 100.
Una sala, un centro de investigación, la Medalla de la Libertad en 2015, libros, una película. Los homenajes son varios cuando de esta matemática y profesora afroamericana se habla. Katherine Johnson ha sido nombrada como una de las mentes más importantes en el desarrollo de la NASA y, por supuesto, en la llegada del hombre a la Luna.
Su larga historia comienza cuando sólo tenía 15 años e ingresó a la universidad, donde decidió especializarse en matemáticas y luego se dedicó a ser profesora en una escuela. Eso hasta que se casó y tuvo hijos. Sin embargo, con el paso de los años, su esposo enfermó y ella decidió salir a trabajar nuevamente para mantener su hogar.
De vuelta a las clases, se enteró que la NASA -entonces llamada NACA- estaba buscando a mujeres afroamericanas para que ocuparan un puesto denominado "computadoras". Si bien en la primera oportunidad no lo logró, en el segundo llamado fue seleccionada e ingresó a la agencia espacial a hacer cálculos.
Desde siempre Johnson ha comentado que las matemáticas le han encantado desde pequeña. Con sólo diez años ya estaba ingresando a secundaria y en su trabajo, como "computadora", en la NASA, aplicó la geometría de maneras en que nadie más logró hacerlo. Ahí está, precisamente, su gran aporte en uno de los mayores avances de la astronáutica mundial.
Cuando en 1962 el entonces Presidente de Estados Unidos John F. Kennedy dio su discurso de "hemos decidido ir a la Luna, no porque sea fácil, sino porque es muy difícil", esta científica trabajaba arduamente en los centros de investigación de la NASA.
Fue su trabajo con geometría, construyendo caminos para las naves en el espacio -bajo el concepto de rodear los objetos celestes- lo que permitió que el Apollo 11 alunizara con una tripulación por primera vez en la Luna. Tan simple como eso, la NASA y Estados Unidos, le deben a Johnson la ciencia detrás de uno de los hitos más importantes logrados hasta la fecha.
La matemática logró establecer -con número y geometría- cuándo, dónde y cómo un cohete debía ser lanzado al espacio para lograr un trayecto correcto a la Luna y permitir a su misión posarse sobre el satélite con éxito.
Hoy, 26 de agosto, la mujer detrás de las matemáticas espaciales -y que fue personificada por la actriz Taraji P. Henson (Empire) en la película "Talentos Ocultos"- cumple 100 años. En estos últimos años, Johnson ha sido homenajeada y reconocida en diversas áreas, incluso en 2015 el entonces Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le entregó la Medalla de la Liberad, uno de los mayores honores que confiere el país.