La Segunda (Imagen referencial)
BARCELONA.- La seguridad en los intercambios de mensajes o llamadas es uno de los aspectos que más interesa a ciertos sectores de la población, con aplicaciones de mensajería utilizando encriptación día a día, son varios los organismos los que buscan el siguiente paso en esta dirección. Así es como el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Barcelona asumirá el proyecto CiViQ.
Esta iniciativa, que cuenta con un apoyo económico de mil millones de euros para los próximos 10 años, pretende incorporar el cifrado cuántico a las telecomunicaciones para hacerlas más seguras.
Además del ICFO, en la configuración de esta tecnología trabajan actualmente cuatro institutos, seis universidades y ocho empresas, lo que significa más de 5 mil investigadores avocados a su desarrollo. Con esto, se pretende elaborar un protocolo de seguridad que permita también la creación de servicios y dispositivos que no vulneren la privacidad de los usuarios, todo esto, intentando reducir los costos.
"Mucha información, como -por ejemplo- aquella relacionada con la salud, las finanzas o incluso comunicaciones relacionadas con temas de defensa, es extremadamente sensible y debe manejarse con protocolos y procedimientos que garanticen el mayor grado de seguridad", explica el coordinador del proyecto CiViQ y profesor del ICFO Valerio Pruneri.
Si bien en la actualidad existen importantes protocolos de ciberserguridad que permiten altos niveles de confianza, el avance de la computación cuántica ponen en riesgo estos estándares. Con esta tecnología, se podrían comenzar a utilizar sistemas (casi) imposibles de vulnerar, según el experto del ICFO.
La base de este proyecto, comenta el académico, se basa en que los estados cuánticos desconocidos no se pueden clonar de forma perfecta y por eso, cuando se distribuyen estados cuánticos entre dos partes, cualquier información adquirida por un tercero, perturbará los estados cuánticos transmitidos.
