El Mercurio (imagen referencial)
WASHINGTON.- La llegada de la humanidad a Marte es uno de los principales desafíos que enfrentan los científicos en las distintas agencias espaciales en el mundo, no sólo por resolver la logística detrás del traslado, sino también por las adversidades para el cuerpo humano que la gravedad cero durante prolongados espacios de tiempo y la radiación presentan. Es por esto que científicos de la NASA han determinado que se necesitarán cerca de 25 años para obtener los avances necesarios en para el viaje.
Inicialmente, la agencia espacial de Estados Unidos había establecido la llegada al planeta rojo para la década de 2030, sin embargo, el cambio de prioridades determinado por el Presidente Donald Trump y el recorte de presupuesto al organismo han extendido este periodo.
"El costo de resolver estos problemas con el actual presupuesto, o pequeños aumentos en la asignación monetaria, significa que nos tomará alrededor de 25 años", comenta el ex astronauta estadounidense Tom Jones, quien viajó en cuatro misiones del Shuttle antes de que se retirara en 2001.
Una odisea de estas características requiere un enfoque tan grande como el que existió durante el periodo de Guerra Fría en que la NASA llegó a tener hasta el 4,41% del prepuesto federal de Estados Unidos, específicamente en 1966, durante el auge de la Misión Apollo que finalmente realizó su primer alunizaje en 1969.
Desde 2011 -cuando cerraron el programa de viajes tripulados desde suelo estadounidense- la agencia espacial recibe cerca del 0,50% del presupuesto general, una situación que no le permite completar la misma cantidad de investigaciones como las que permitieron la llegada a la Luna.
Durante el desarrollo de Apollo, la NASA llegó a inmensas soluciones que no sólo fueron aplicadas en los viajes espaciales, sino también tecnología que el mundo utiliza diariamente como los termómetros de oído, filtros de agua, detectores de humo, prótesis e incluso las cámaras que actualmente se encuentran en cualquier teléfono inteligente.
"[Aún] no tenemos la solución en términos de blindaje, en términos de protección ante los rayos cósmicos y llamaradas solares que se puedan experimentar durante el tránsito", agregó el ex astronauta.
Ahora, la NASA espera la llagada de la sonda InSight a Marte, además de preparar una nueva misión para el 2020 con la que investigarán la posibilidad de existencia de vida ancestral en el planeta, además de preparar detalles en el aterrizaje para cuando llegue el momento de las misiones tripuladas.